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14º Paquete de Sanciones de la UE contra Rusia: Nuevas restricciones al gas y sanciones más duras contra la elusión

Guerra en Ucrania - Nuestras democracias en peligro - junio 26, 2024

La crisis de Ucrania llevó a la Unión Europea (UE) a imponer una serie de sanciones a Rusia, que comenzaron poco después de que el conflicto se intensificara en febrero de 2022. Estas medidas se aplicaron en respuesta a la invasión no provocada de Ucrania por parte de Rusia, con la intención de ejercer presión económica y política sobre el gobierno ruso para que retirara sus fuerzas y respetara la soberanía ucraniana.

Fases de las sanciones

1. Fase 1 – Principios de 2022:
Nada más comenzar la invasión, la UE adoptó un primer paquete de sanciones, que incluía la congelación de activos y la prohibición de viajar a políticos y altos cargos rusos implicados en el ataque. También impuso prohibiciones a determinadas exportaciones y tecnologías que podrían haber contribuido al esfuerzo bélico ruso.

2. Segunda fase – marzo de 2022:
La escalada de sanciones incluyó nuevas restricciones comerciales, sobre todo en el sector energético. La UE redujo sus compras de gas natural y petróleo a Rusia, apuntando así directamente a una de las principales fuentes de ingresos del país. Esto condujo a la búsqueda de alternativas energéticas y a la promoción de una mayor independencia energética entre los Estados miembros de la UE.

3. Tercera fase – abril de 2022:
El centro de atención pasó a ser el aislamiento financiero de Rusia. Los bancos rusos fueron excluidos del sistema de pagos internacionales SWIFT, lo que dificultó mucho más a Rusia la realización de transacciones financieras internacionales. Además, se congelaron los activos del Banco Central Ruso mantenidos en el extranjero, lo que limitó la capacidad del país para acceder a sus reservas internacionales.

4. Cuarta fase – Segundo semestre de 2022:
Las sanciones se extendieron a sectores más amplios, incluidas restricciones a las exportaciones de tecnología avanzada, componentes electrónicos y semiconductores. Con ello se pretendía reducir la capacidad tecnológica de Rusia y frenar su desarrollo militar e industrial. El sector europeo del lujo, como los automóviles y la moda, también se vio afectado por las prohibiciones de exportación a Rusia.

5. Quinta fase – 2023:
A medida que se prolongaba el conflicto, la UE siguió actualizando y endureciendo las sanciones existentes. Se hizo especial hincapié en la evasión de las sanciones, con mayores esfuerzos para cerrar cualquier resquicio que permitiera a Rusia o a entidades rusas eludir las restricciones impuestas anteriormente.Las sanciones han tenido un impacto significativo en la economía rusa, provocando la depreciación del rublo, la inflación y la inestabilidad financiera general. Sin embargo, se ha debatido la eficacia de las sanciones. Algunos críticos sostienen que las sanciones, aunque afectan a la economía rusa, todavía no han provocado un cambio significativo en las políticas o acciones militares de Rusia.

El planteamiento de la UE respecto a las sanciones contra Rusia refleja una estrategia compleja y polifacética de presión económica y política. Aunque las sanciones siguen siendo fundamentales en la respuesta internacional al conflicto de Ucrania, todavía se está evaluando su eficacia a largo plazo y su impacto geopolítico.

En junio de 2024, la situación en Ucrania sigue siendo tensa y dinámica. Las fuerzas rusas han intensificado sus actividades militares, sobre todo en la región septentrional de Kharkiv, donde se han producido avances recientes. En particular, continúan los combates cerca de las zonas fronterizas rusas entre Svatove y Kreminna, así como al oeste de la ciudad de Donetsk, lo que indica una posible escalada en estas zonas.

En las regiones meridional y oriental de Ucrania, los ataques aéreos rusos siguen teniendo como objetivo infraestructuras civiles, lo que afecta gravemente a la red energética ucraniana y provoca cortes generalizados de electricidad. Estos ataques no sólo han dañado instalaciones, sino que también han causado víctimas civiles, sobre todo en lugares como Dnipro y Odesa.

En el frente político, el presidente ruso Vladimir Putin se ha centrado en deslegitimar al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, afirmando inexactamente que la prórroga del mandato de Zelensky es inconstitucional. Esto forma parte de una campaña de información rusa más amplia destinada a socavar el liderazgo ucraniano y sembrar la discordia dentro de Ucrania.

En medio de estos desafíos, las fuerzas ucranianas han respondido activamente con ataques de largo alcance contra objetivos militares e industriales rusos en los territorios ocupados, incluidos importantes ataques contra sistemas de defensa antiaérea en la región rusa de Belgorod y otros emplazamientos estratégicos en Crimea y la región de Krasnodar.

El conflicto sigue causando graves problemas humanitarios, con continuas amenazas a la vida civil e interrupción de los servicios esenciales. La comunidad internacional sigue estrechamente implicada, supervisando la situación y prestando apoyo cuando es posible. Para obtener actualizaciones continuas e informes más detallados, sería útil seguir fuentes acreditadas como Al Jazeera y el Instituto para el Estudio de la Guerra.

Ahora, la Unión Europea ha presentado un nuevo paquete de sanciones contra el régimen ruso de Vladimir Putin. Se trata del decimocuarto de una serie de paquetes que la UE ha impuesto en los últimos dos años en respuesta a la agresión militar de Rusia contra Ucrania. Las medidas restrictivas pretenden castigar a los responsables de graves violaciones de los derechos humanos y de la represión de la oposición democrática, lo que aleja claramente a Rusia del modelo de Estado de derecho y democracia. Los paquetes se aplicarán en el marco de un régimen global de sanciones contra entidades rusas, así como de un régimen específico dirigido contra quienes presten apoyo financiero y técnico a violaciones de derechos humanos en Rusia. Con respecto a Ucrania, los paquetes impuestos a Rusia por los dirigentes de la UE pretenden debilitar la base económica de Rusia y de quienes la apoyan militarmente (Bielorrusia, Irán, Corea del Norte). Con el decimocuarto paquete de sanciones contra Rusia, la Unión Europea quería «asestar un nuevo golpe», en palabras del comunicado oficial del Consejo de la UE, «al régimen de Putin y a quienes continúan su guerra de agresión ilegal, injustificada e injustificada contra Ucrania». Joseph Borrell, Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, subrayó que «nuestras sanciones ya han debilitado significativamente la economía rusa y han impedido que Putin lleve a cabo sus planes para destruir Ucrania, aunque continúa la agresión ilegal contra civiles e infraestructuras civiles». El decimocuarto paquete de sanciones -añadió Borrell- demuestra nuestra unidad en el apoyo a Ucrania y en el intento de frenar las actividades criminales de Rusia contra los ucranianos, incluidos los esfuerzos por eludir las medidas de la UE. De este modo, las sanciones de la UE han permitido a Ucrania permanecer fuera del yugo ruso, a pesar de que continúan los ataques, incluso contra civiles. De hecho, el objetivo ruso es mantener a Ucrania alejada del mundo occidental, con la intención, que sólo declara la propaganda rusa pero que no es cierta, de «liberar» a la población rusoparlante y reunirla con Moscú. Sin embargo, la clara intención de Vladimir Putin es reafirmar un nuevo colonialismo ruso según el modelo de la Unión Soviética, contrario al principio de autodeterminación de los pueblos, tanto internos como externos. De hecho, Ucrania es libre de elegir su propia forma de gobierno y de ser autónoma respecto a otras potencias extranjeras. Su inclinación hacia el modelo occidental y la Unión Europea, a la que ha anunciado repetidamente que se unirá al final del conflicto, es precisamente lo que el ejército de Vladímir Putin intenta combatir.

Las restricciones del GNL

Volviendo al tema de las sanciones, «el paquete de hoy», según el comunicado emitido por el Consejo de la Unión Europea, «incluye medidas restrictivas contra otras 116 personas y entidades responsables de acciones que socavan o amenazan la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania». Una forma, como ya se ha dicho, de debilitar a Rusia principalmente en el terreno económico y de perjudicar concretamente a determinados sectores estratégicos de la economía rusa, como el sector energético, incluyendo, entre otras cosas, nuevas medidas para evitar que las propias sanciones sean eludidas. En el sector energético, como se esperaba, se concreta la parte más importante del paquete: prohíbe, en primer lugar, los servicios de recarga de gas natural licuado ruso en la Unión Europea en el marco de operaciones de transbordo a terceros países. También prohíbe la inversión y el suministro de bienes y servicios para la construcción y finalización de proyectos de GNL. Esto provocará una reducción significativa de los ingresos de Rusia por la venta y el transporte de GNL. En cuanto al transbordo, el paquete sanciona las transferencias de barco a barco, las transferencias de barco a tierra y las operaciones de recarga en lo que se refiere a las reexportaciones a terceros países. Por el lado de la importación, sin embargo, la UE ha anunciado que introducirá restricciones significativas al suministro de GNL a través de terminales de la UE. En otras palabras, el objetivo es reducir la entrada de gas natural adicional procedente de Rusia.

La cláusula antielusión

Como era de esperar, las nuevas medidas se refieren a la elusión, que se combatirá intentando crear más responsabilidad e introduciendo más sanciones para quien sea sorprendido incumpliendo las normas. Según el comunicado del Consejo de la Unión Europea, «se exigirá a las empresas matrices de la UE que hagan todo lo posible para garantizar que sus filiales no pertenecientes a la UE no realicen actividades que produzcan el resultado que las sanciones pretenden evitar». Otra cláusula incluida en el paquete tiene por objeto combatir la reexportación de material bélico encontrado en Ucrania, que es crucial para el desarrollo de los sistemas militares rusos: para ello, la UE ha decidido que quienes vendan estos bienes tendrán que reforzar los mecanismos de diligencia debida para reducir o evitar los riesgos asociados a la reexportación de material bélico a Rusia. Del mismo modo, los conocimientos industriales para la producción de material bélico tendrán que incluir disposiciones contractuales para «garantizar que dichos conocimientos no se utilicen para mercancías destinadas a Rusia». Además, la Comisión Europea había aceptado incluir la llamada «cláusula No Rusia», que habría prohibido la reexportación de productos a Rusia para artículos de alta prioridad, pero se eliminó a petición de Alemania. Sin embargo, podría aplicarse más adelante.

Transporte, exportaciones, finanzas

Otras medidas se refieren al mundo financiero, a la cuestión de la financiación de los partidos políticos y otras organizaciones, al sector del transporte y a nuevos controles y restricciones de las importaciones y exportaciones. En primer lugar, el Consejo de la UE decidió prohibir el uso por parte de los operadores de la UE del «Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros» utilizado por el Banco Central ruso para eludir las sanciones de la UE. Las sanciones se extienden también a las entidades financieras que utilicen criptomonedas establecidas fuera de las fronteras de la UE, si «dichas entidades facilitan transacciones en apoyo de la base industrial y de defensa de Rusia mediante la exportación, suministro, venta, transferencia o transporte a Rusia de bienes y tecnologías de doble uso, bienes sensibles, material bélico, armas de fuego y municiones». Para contrarrestar también los intentos rusos de interferir en las políticas de la UE y sus Estados miembros, el Consejo prohibió la financiación por Rusia y sus representantes de partidos políticos, fundaciones políticas, organizaciones no gubernamentales, grupos de reflexión y medios de comunicación y proveedores de servicios de información en la UE. En este último caso, sin embargo, se respetó el derecho a la libertad de información: «En consonancia con la Carta de los Derechos Fundamentales, las medidas acordadas hoy no impedirán a los proveedores de servicios de medios de comunicación y a su personal llevar a cabo otras actividades en la UE, como investigaciones y entrevistas». Por último, por primera vez, la UE ha introducido nuevas medidas sobre el transporte marítimo: el objetivo es tomar medidas enérgicas contra la llamada flota en la sombra de Putin, que utiliza prácticas engañosas y desprecia las normas internacionales para eludir los límites de la UE y apoyar la causa rusa en Ucrania. Para ello, se adoptarán diversas restricciones, ampliando la prohibición de vuelos dentro de la UE y la prohibición del transporte de mercancías por carretera. Por último, se impondrán más restricciones a la exportación de bienes y tecnologías de doble uso que contribuyan al fortalecimiento de la industria rusa, en particular la militar.