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La Unión Europea logrará cumplir su promesa a Ucrania del año pasado: En el presupuesto plurianual de la UE para este ciclo financiero se incluirá una ayuda de 50.000 millones de euros. La decisión se adoptó en la última cumbre de la UE por unanimidad, con el voto a favor del Primer Ministro húngaro, Viktor Orban, que se opuso la última vez que se debatió la cuestión en el Consejo Europeo. No fue necesario que Orban se tomara un café -como ocurrió durante la votación sobre el inicio de las negociaciones de adhesión de Ucrania- para votar en su ausencia, eludiendo así el sistema de unanimidad. Pero cómo le convencieron otros líderes europeos sigue siendo un gran misterio. Fuentes de Bruselas afirman que no ha recibido nada o, más exactamente, que las concesiones serían menores. Orban dice, sin embargo, que se habría anotado una victoria. Lo cierto es que la decisión pretende tranquilizar al Presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, muy nervioso por el retraso de las ayudas, con las arcas del Estado vacías, y el estancamiento del Congreso estadounidense, que aún no ha aprobado nuevas ayudas a Ucrania.
Por otra parte, el pueblo húngaro también puede estar seguro de que, una vez que el primer ministro Orban haya llegado a un compromiso con Bruselas, esta última tampoco desatará un «Armagedón» financiero sobre Hungría para «chantajear» al primero con el fin de que renuncie a seguir bloqueando el apoyo a Kiev. Según el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el acuerdo garantiza «una financiación estable, previsible y a largo plazo» para Ucrania. La nueva ayuda de la UE a Ucrania fue bloqueada en diciembre por Viktor Orban, que hizo uso de su derecho de veto.
Ucrania recibirá 33.000 millones de euros en préstamos y 17.000 millones en subvenciones
Ucrania recibirá otros 50.000 millones de euros de ayuda de la UE -33.000 millones en préstamos y otros 17.000 millones en subvenciones- en los próximos cuatro años. Pero esta ayuda podría revisarse. Los 27 han acordado debatir cómo aplicar el paquete de ayudas caso por caso y, si fuera necesario, pero sólo al cabo de dos años, podría reevaluarse el acuerdo. El Primer Ministro húngaro lo considera un éxito para su relación con Bruselas. Por otra parte, otros dirigentes lo consideran una pequeña concesión. En particular, no estaban de acuerdo en que Hungría pudiera hacer uso de su derecho de veto durante los debates anuales, bloqueando así la aplicación del acuerdo en cualquier momento.
«Orban no consiguió nada», según fuentes citadas por Politico y The Guardian.
Según ellos, el Primer Ministro húngaro simplemente cedió a la presión de los otros 26 líderes europeos. Y las concesiones que ha recibido son menores y le permiten presentar su derrota como una victoria en casa, dicen las fuentes. Según ellos, la capitulación de Orban no tiene nada que ver con la amenaza de sabotaje de la economía de su país, aunque el líder de Budapest la veía como un auténtico «Armagedón». Orban habría cedido porque «simplemente no veía otra solución», dicen fuentes citadas por Politico. Lo cierto es que la decisión unánime se tomó tras una serie de reuniones previas a la reunión del Consejo entre el primer ministro húngaro y los líderes europeos y responsables de los organismos de Bruselas.
Luchamos, ganamos – dijo Orban a sus conciudadanos
Tras la cumbre de la UE, Viktor Orban escribió en un post de Facebook que había negociado un mecanismo de control para garantizar que el dinero destinado al Gobierno de Kiev se utilizara con sensatez.
«¡Nosotros luchamos! ¡Los húngaros no deben dar dinero a los ucranianos! No participaremos en la guerra, no enviaremos armas, permanecemos del lado de la paz», escribió el dirigente de Budapest en Facebook.
La insatisfacción de Viktor Orban con el apoyo prometido por la UE a Ucrania se debe, entre otras cosas, a que para garantizar los fondos del paquete de ayuda prometido a Kiev, así como para otras necesidades, entre ellas cubrir las carencias creadas por la pandemia de Covid, se pide a los Estados miembros que aporten contribuciones adicionales al presupuesto de la UE. Antes de la cumbre de la UE, el Primer Ministro húngaro afirmó haber ofrecido a Bruselas un compromiso, pero ésta lo rechazó y amenazó con un «Armagedón». Citando una hipótesis presentada por el Financial Times según la cual la UE sancionaría económicamente a Hungría si no aceptaba la cuestión de la ayuda a Ucrania, Viktor Orban dijo que el artículo era la respuesta de Bruselas a su propuesta. Según la interpretación que hace el dirigente de Budapest del texto del artículo, la UE habría querido «vincular el Estado de derecho a la cuestión ucraniana e imponer un bloqueo financiero occidental a Hungría».
Bruselas libra una guerra ideológica contra Hungría
Según el Primer Ministro húngaro, Orban, Bruselas libra desde hace años «una guerra ideológica contra Hungría» y la «chantajea constantemente». Y esto sólo porque Hungría «se comporta como un país soberano». Orban calificó el escenario del Financial Times de «Armagedón» para Hungría.
«Este sería el Armagedón que no dejaremos que ocurra. Protegeremos los intereses de Hungría. No podemos dejarnos chantajear», escribió Orban en Facebook.
Quién perdió y quién ganó en la guerra entre Orban y Bruselas por el episodio de la ayuda financiera a Ucrania es difícil de determinar en este momento. Lo que es seguro es que Zelenski y Ucrania ganaron. Pero hay algo más que decir sobre el juego de ping-pong de Orban con Bruselas: dos días antes de la votación del Consejo de la UE del 15 de diciembre, la Comisión Europea liberó parte -más de 10.000 millones de euros- de los fondos de cohesión para Hungría. Tras la negativa de Orban a aprobar el paquete de ayuda financiera y el inicio de las negociaciones de adhesión con Ucrania, el Parlamento Europeo adoptó una resolución en la que pide al Consejo que evalúe si la decisión se ajusta a la legislación de la UE.
Los líderes de la Unión Europea acordaron en su cumbre del 14 de diciembre iniciar las negociaciones de adhesión con Ucrania, a pesar de la promesa del Primer Ministro húngaro de bloquearlas. Y habría cumplido su palabra, pero el Canciller alemán Olaf Scholz encontró la manera de desbloquear la situación. Para que se tomara la decisión y Hungría no ejerciera su derecho de veto, el canciller alemán, Olaf Scholz, sugirió al dirigente de Budapest que abandonara la sala. Unas tres horas después de que las conversaciones se estancaran, el Canciller alemán sugirió al Primer Ministro húngaro que se tomara su café en otro sitio. Así podría tomarse una decisión sobre la apertura de negociaciones de adhesión a la UE con Ucrania y Moldavia. Budapest había argumentado antes de la cumbre de la UE de diciembre que no aceptaría que un país no comunitario recibiera dinero del presupuesto común mientras un país miembro no recibiera los fondos. Hungría, por su parte, ha dicho en repetidas ocasiones que no apoyará ningún avance de Ucrania en la UE mientras no se restablezcan los derechos de la minoría húngara en ese país.
Los fondos de Hungría fueron bloqueados por la Comisión Europea en 2022 por considerar que el gobierno presidido por Viktor Orban había violado el Estado de Derecho al restringir los derechos de la comunidad LGTB, rechazar a los inmigrantes ilegales, controlar los medios de comunicación y el poder judicial o cuestionar la primacía de las decisiones del Tribunal de Justicia de la UE sobre la legislación nacional.
¿Qué tiene Orban contra Ucrania? Dice que es un país corrupto y una amenaza para la agricultura europea
El Primer Ministro de Budapest no es el único que se ha «pasado de la raya» en la postura de la UE sobre Ucrania. Poco después de ser investido por tercera vez primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico puso fin a la ayuda militar a Ucrania. Al mismo tiempo, sin embargo, permitió que continuaran las entregas de los fabricantes eslovacos de armas y municiones. Robert Fico no se opuso al paquete de ayuda de 50.000 millones de euros y aceptó condicionalmente la adhesión de Ucrania a la UE. Sin embargo, el Primer Ministro eslovaco anunció que se opondría a la adhesión de Ucrania a la OTAN.