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Bulgaria podría realizar grandes inversiones en infraestructuras para prepararse para cuando la OTAN necesite desplegar sus fuerzas en su territorio. La inversión urgente en infraestructuras -donde Bulgaria, al igual que Rumanía, es deficitaria- está directamente relacionada con los planes de ampliación de la agrupación táctica de la OTAN estacionada en suelo búlgaro, una cuestión que el ministro de Defensa búlgaro trató recientemente con funcionarios de la Casa Blanca en Washington. Un problema similar tuvo -y sigue teniendo- Rumanía, que no ha modernizado su infraestructura viaria a pesar de las numerosas críticas recibidas, especialmente de funcionarios de Estados Unidos, su aliado más fuerte en la OTAN y con el que mantiene una asociación estratégica. Se ha desplegado un grupo de combate de la OTAN en Cincu, en el condado de Brasov, estratégicamente situado en el corazón de Rumanía, pero la infraestructura viaria que une el centro del país con el norte y el sur es deficiente. Actualmente en Rumanía no hay ninguna autopista que atraviese todo el país, lo que dificulta el desplazamiento de tropas terrestres en caso de necesidad inmediata. No sólo la OTAN, sino también la Comisión Europea han señalado la urgencia de poner en marcha proyectos de infraestructuras cruciales para la movilidad militar en los dos países.
La autopista del Mar Negro, un objetivo importante para la OTAN
Mientras Bulgaria cuenta con atraer fondos europeos, pero también con los programas de la OTAN disponibles para modernizar sus infraestructuras, Rumanía ha recibido recientemente luz verde para construir, a través del programa Connecting Europe Facility – componente de movilidad militar, un tercer puente sobre el Danubio que una ambos países. En el contexto de la guerra en Ucrania, la futura autopista del Mar Negro ya no es sólo una inversión para aportar beneficios económicos y comodidad a los turistas rumanos que quieren pasar sus vacaciones en la costa búlgara o en Grecia, sino que se ha convertido en un objetivo importante para la OTAN.
La OTAN necesita la infraestructura necesaria para desplegar tropas rápidamente en el flanco oriental. Pero la falta de él entre las fronteras de Bulgaria con Grecia y Rumanía dificulta los despliegues rápidos, y el puerto griego de Alexandroupolis se ha convertido en esencial para la OTAN, dada la política restrictiva de Turquía en los estrechos del Bósforo y los Dardanelos. Así se desprende de las recientes declaraciones del jefe de Defensa búlgaro, Emil Eftimov, en la televisión pública de Sofía. Según ellos, la construcción de la autopista Burgas-Varna sería una prioridad clave para la OTAN dentro del VIII corredor de transporte Dures-Varna y la construcción del corredor Constanza-Salónica, que tienen una importancia estratégica clave para el despliegue rápido de las fuerzas de la OTAN. En este contexto, los proyectos de inversión recientemente anunciados por el gobierno de Sofía para reforzar las conexiones norte-sur se centran en la autopista del Mar Negro. El proyecto, lanzado a finales del año pasado, sería desarrollado conjuntamente por Rumanía, Bulgaria y Grecia y «enlazaría» el Mediterráneo con el Mar Negro desde la ciudad griega de Salónica hasta el Mar Mediterráneo pasando por Kavala, Alexandroupolis, para luego atravesar el territorio búlgaro por Burgas hasta Varna y de ahí al puerto rumano de Constanza. La idea de este corredor se lanzó hace unos años, pero los primeros pasos concretos se dieron durante la reunión trilateral de principios de octubre de 2023, que los Primeros Ministros de Bulgaria, Grecia y Rumanía -Nikolay Denkov, Kyriakos Mitsotakis y Ion-Marcel Ciolacu- mantuvieron en la residencia «Euxinograd», cerca de Varna. Aquí se acordó que cada uno de los tres países aportaría garantías financieras por un total de 6.000 millones de euros. También se acordó solicitar préstamos a instituciones bancarias europeas, así como financiación gratuita de fondos europeos. La construcción correría a cargo de una empresa conjunta de los tres países, que buscaría contratistas individuales para el proyecto. Este megaproyecto incluiría tramos de autopista y ferrocarril, así como un proyecto de oleoducto de Alexandroupolis a Burgas. Por parte búlgara, calcula que la autopista del Mar Negro podría estar lista en cinco años.
El ministro de Finanzas de Sofía, Asen Vasilev, comentó que Bulgaria buscará fondos de la UE para compensar los costes, pero no detendrá la ejecución del proyecto, ya que «es muy importante para el comercio entre los países, especialmente tras la guerra en Ucrania y lo que está ocurriendo en Gaza».
Hasta ahora, las autoridades búlgaras no han elegido un trazado para la autopista en su territorio. La última información detallada sobre el proyecto la facilitó Sofía la pasada primavera. La promesa del gobierno provisional era que en 2024 la Autopista del Mar Negro contaría con una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA). La autopista entre Varna y Burgas tiene 104 km. Hasta ahora sólo se han construido 8 km. El gobierno búlgaro intenta actualmente terminar las autopistas Hemus, Struma, Ruse – Veliko Tarnovo y la autovía hacia el segundo puente sobre el Danubio. Según las autoridades de Sofía, las obras de la mitad de los 15 km que faltan de la autopista Struma deberían concluir en un futuro próximo. El proyecto también es clave para la movilidad en la OTAN.
Hablando recientemente de futuras inversiones en infraestructuras, el ministro de Defensa búlgaro habló de nuevas carreteras y vías férreas capaces de garantizar el rápido despliegue de las tropas aliadas, así como de oleoductos y gasoductos y nuevos depósitos. No se construirán con cargo al presupuesto de defensa y servirán también para fines civiles.
«El despliegue de un grupo de combate multinacional de la OTAN en nuestro territorio se ha discutido docenas y cientos de veces. Durante mi visita a EE.UU. la semana pasada, hablamos de cómo (nosotros) podemos proporcionar mejor la infraestructura necesaria como país anfitrión y de cómo EE.UU. puede ayudarnos, de modo que podamos utilizar los fondos de cofinanciación internacional disponibles para construirla», dijo Tagarev en una entrevista con bTV.
Bulgaria tiene un acuerdo bilateral con Estados Unidos sobre el uso conjunto de cuatro bases militares búlgaras, y en suelo búlgaro está estacionado un grupo de combate multinacional de la OTAN bajo mando italiano, con unos 1.000 efectivos. También hay planes para ampliar el contingente a 1.500 soldados y construir una base militar para las necesidades de la OTAN en el sur de Bulgaria, lo que permitirá la formación de una brigada.
Además de las carreteras, los búlgaros han impulsado recientemente el proyecto de construcción de un tercer puente sobre el Danubio. Y la Comisión Europea está dispuesta a cofinanciar tanto la construcción del puente, que unirá Rumanía y Bulgaria, como un proyecto para mejorar la navegación por el Danubio. Recientemente, el proyecto de un tercer puente sobre el Danubio, que se construirá en el lado rumano, se incluyó en la lista de inversiones que ganaron el concurso de proyectos de Bruselas. No hay que desdeñar la envergadura del proyecto, si pensamos que solo para el estudio de viabilidad se destinará la suma de 18 millones de euros, según știripesurse.ro.
Rumanía 2023: 1.000 kilómetros de autopistas y autovías
Rumanía ha superado el hito de los 1.000 km de autopistas y autovías en 2023. Aunque considerado un año por encima de la media en cuanto a inauguraciones, fue un gran fracaso. Sin embargo, en 2024 debería conectarse la A1 (Bucarest – Nădlac) con la A2 (Bucarest – Constanta). Con poco más de mil kilómetros de autopistas y autovías y menos de 500 kilómetros de vías férreas por las que los trenes pueden circular a 160 km/h, Rumanía está muy por detrás de países de la región como Polonia y Hungría. Rumanía tiene cuatro veces menos kilómetros de autopista y casi siete veces menos kilómetros de ferrocarril modernizado. Sin inversiones en modernización, las infraestructuras rumanas tendrían hoy dificultades para soportar transportes militares complejos -como los carros de combate estadounidenses Abrams- e incluso traslados rápidos.
Sin embargo, la guerra de Ucrania y las oportunidades abiertas por el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia han cambiado por completo las perspectivas de Rumanía. Actualmente se están construyendo 669 kilómetros de autopistas, que deberían estar listas en los próximos 4 años. Otros 553 kilómetros están previstos y podrían estar terminados en 2030, con lo que el total superaría los 2.220 kilómetros de autopistas.
En cuanto a los ferrocarriles, de aquí a 2030 deberán modernizarse 3.230 kilómetros de un total de 13.545. Una pequeña fracción de lo que realmente se necesita, pero aún así mucho más de lo que Rumanía ha conseguido hacer en los últimos 40 años. Todos los enlaces principales entre las principales provincias de Rumanía deberán modernizarse en los próximos 7 años, permitiendo velocidades de hasta 160 km/h en cada sentido. Sólo entonces podríamos hablar por fin de conexiones de transporte de alta velocidad que unan el flanco oriental de la UE con Europa Central, pero que también permitan conexiones rápidas con el Mediterráneo en el corredor Norte-Sur, vital para los intereses de Rumanía, la UE y Estados Unidos.
Foto: Pickpik.com