La cumbre Italia-África comenzó anoche con una cena en el Quirinale. El gobierno conservador, dirigido por Giorgia Meloni, pretende debatir e incidir en el futuro del continente africano.
«Un puente para un crecimiento común» es el título de la cumbre prevista para el lunes 29 de enero en el Senado italiano. «Es una apuesta de Italia que quiere tener una estrategia de política exterior y devolvernos a una posición central en el Mediterráneo. No es casualidad que sea la primera iniciativa internacional de nuestra presidencia del G7», declaró Meloni al diario italiano Il Giornale.
Asistirán 25 Jefes de Estado y de Gobierno africanos. Además, entre las figuras clave de las principales instituciones figuran la Primera Ministra, Giorgia Meloni, el Ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, los dirigentes de la UE Ursula von der Leyen, Roberta Metsola y Charles Michel, el Presidente de la Unión Africana, Azali Assoumani, el Presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki, la Vicesecretaria General de la ONU, Amina Jane Mohammed, y la Directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.
Como ha reiterado el Presidente Meloni en múltiples ocasiones, el enfoque no es depredador hacia el continente, sino global. La presencia del Presidente de la Comisión Europea, del Presidente del Parlamento Europeo y del Presidente del Consejo Europeo subraya el compromiso de la Unión Europea de participar en este proceso de cambio iniciado por Italia.
«En el contexto de la cumbre Italia-África, acogemos con satisfacción el Plan Mattei», declara un portavoz de la UE a Lapresse, una agencia de noticias italiana. «Creemos que se alinea bien con la visión conjunta para 2030 a la que se comprometieron los líderes de la UE y de la Unión Africana en la VI Cumbre UE-UA, así como con el plan de inversión Global Gateway en África, que avanza con ambiciosos proyectos en energía, digital o para reforzar la seguridad alimentaria.»
El Portal Global es el programa de la UE que incluye un plan de 300.000 millones de euros, la mitad de ellos destinados a proyectos en África, con el objetivo de contrarrestar la influencia de China. Mientras tanto, el Plan Mattei pretende movilizar 4.000 millones de euros para los próximos cuatro años. Al mismo tiempo, no se basa únicamente en fondos públicos, sino que también implica la participación de grandes empresas estatales de diversos sectores para identificar y financiar conjuntamente programas de infraestructuras.
Las instituciones financieras públicas y los bancos privados serán llamados a participar, con especial interés por parte de Eni y Enel, ya activas en el continente africano, centrándose en Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Etiopía y Costa de Marfil. Terna muestra un gran interés por el proyecto Elmed, un cable submarino de 220 kilómetros que facilitará la interconexión eléctrica entre Túnez e Italia, convirtiéndose en un eje energético estratégico para la Unión Europea. El Plan Mattei, presentado hoy por el Primer Ministro Meloni, incluye también medidas específicas de apoyo a las exportaciones italianas a África, colaboraciones con universidades italianas para proyectos educativos e iniciativas para estimular el crecimiento de la clase media, contribuyendo así al desarrollo de la zona. No se pasa por alto la cuestión migratoria, con el objetivo de mejorar la economía para crear condiciones que desincentiven la inmigración a Europa y, por consiguiente, a Italia. Existe la perspectiva de reproducir el modelo del acuerdo con Albania, con centros de acogida italianos gestionados en terceros países, en las regiones del Magreb y subsahariana. Un ejemplo tangible es el memorando firmado por Meloni el pasado julio con von der Leyen y el Presidente tunecino Kais Saied, que ha contribuido a reducir las salidas de inmigrantes de Túnez a Italia.
«Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado», es el proverbio africano citado por el Presidente Sergio Mattarella durante la cena de gala. Reiteró: «Para que nuestro viaje sea común, hacia los objetivos de bienestar y paz en África, Europa y el mundo, debemos introducir conjuntamente nuestras respectivas voluntades».
Italia está dispuesta a reclamar su papel: Roma caput mundi.