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Crece el Frente de Países de la UE contra el Fondo Único para la PAC

Comercio y Economía - marzo 27, 2025

En los últimos meses, el debate sobre el futuro de la Política Agrícola Común (PAC) ha adquirido un papel central en las instituciones europeas.

En Bruselas, un número creciente de Estados miembros se opone a la idea de fusionar los fondos de la PAC con otros programas en el próximo presupuesto a largo plazo de la UE (2028-2034). Esta propuesta, presentada por la Comisión Europea, ha suscitado gran inquietud entre varios gobiernos, que temen un debilitamiento de la autonomía estratégica del sector agrario. De Francia a Bélgica, pasando por Austria y Luxemburgo, muchas capitales europeas expresaron su desacuerdo durante la última reunión del Consejo de Agricultura y Pesca de la UE. La idea de integrar los más de 500 programas actualmente separados, incluidos los fondos de Cohesión y los destinados a la agricultura, en un único «fondo nacional» fue rechazada por numerosos representantes políticos.

La ministra francesa de Agricultura, Annie Genevard, subrayó la importancia de mantener un presupuesto específico para la PAC, con recursos suficientes para hacer frente a los retos futuros. Según Genevard, es esencial preservar el «carácter común de la PAC» y evitar su inclusión en un fondo único que podría dispersar los recursos destinados al sector agrario. Italia también se pronunció firmemente en contra de la fusión de la PAC con otros fondos europeos. El Subsecretario de Estado de Agricultura, Patrizio Giacomo La Pietra, reiteró el apoyo del gobierno italiano a una PAC «fuerte», con un presupuesto separado y recursos adecuados. Una postura compartida por el ministro español Luis Planas Puchades, según el cual la PAC debe mantener «personalidad propia y una buena dotación financiera». Otros países, como Bélgica y Austria, han expresado preocupaciones similares. El responsable belga de Agricultura, David Clarinval, advirtió de que cualquier reducción de fondos podría comprometer la autonomía estratégica del sector agrario europeo. Austria, por su parte, reiteró la necesidad de mantener la PAC como política común, evitando el riesgo de fragmentación en 27 políticas nacionales separadas. Luxemburgo y Grecia también expresaron su apoyo a una PAC independiente, subrayando la importancia de garantizar un presupuesto autónomo que no sea absorbido por un fondo mayor y menos específico para las necesidades agrícolas. Aunque muchos Estados miembros han adoptado una postura clara, Alemania aún no ha expresado una opinión definitiva. El Ministro de Agricultura saliente, Cem Özdemir, asistió a su última reunión ministerial sin pronunciarse oficialmente sobre la cuestión. Por tanto, el debate sobre el futuro de la PAC en Alemania sigue pendiente, a la espera de la formación de un nuevo gobierno que podría influir en el presupuesto agrícola europeo de los próximos años. Por su parte, el Comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, no respondió directamente a las preocupaciones planteadas por los distintos Estados miembros. Sin embargo, se declaró «bastante tranquilizado» por las intervenciones que había escuchado y expresó su confianza en que la próxima PAC dispondrá de un presupuesto suficiente. La idea de integrar los fondos agrícolas en un contenedor financiero más amplio preocupa mucho al sector. La PAC es una herramienta esencial para apoyar a los agricultores europeos, garantizar la estabilidad de los mercados y preservar la seguridad alimentaria del continente. Si los fondos dedicados a la agricultura se fusionaran con otros programas, se correría el riesgo de que se dispersaran los recursos y se redujera el apoyo directo a los agricultores. Además, una reforma que debilitara la PAC podría tener consecuencias negativas para la innovación en el sector, para la sostenibilidad medioambiental y para la capacidad de los Estados miembros de afrontar los retos del cambio climático y la competitividad global.

El próximo marco financiero plurianual de la UE se definirá en los próximos meses, y se espera una propuesta oficial en verano. Mientras tanto, el debate sobre la PAC seguirá ocupando un lugar central en la agenda política europea. Los países que se oponen al fondo único seguirán haciendo oír su voz para garantizar que la agricultura siga siendo una prioridad independiente en el presupuesto de la UE. La postura de Estados como Francia, Italia, España, Bélgica y Austria demuestra que existe un amplio consenso sobre la necesidad de preservar un presupuesto independiente para la PAC. Sin embargo, queda por ver cuál será la postura final de la Comisión Europea y qué compromisos pueden surgir en el transcurso de las negociaciones.

La Política Agrícola Común es un componente esencial de la economía europea y de la seguridad alimentaria del continente. La idea de agrupar los fondos agrícolas con los de otros programas corre el riesgo de debilitar todo el sector, reducir el apoyo a los agricultores y comprometer la autonomía estratégica de la UE en la producción de alimentos. La creciente oposición a esta propuesta por parte de muchos Estados miembros es una señal clara: la PAC debe seguir siendo una política independiente, con recursos específicos y una estructura que garantice su eficacia. En los próximos meses, los debates a escala europea serán cruciales para determinar el futuro de la agricultura en el continente y garantizar que las necesidades del sector se tengan debidamente en cuenta en el próximo presupuesto de la UE.

 

Alessandro Fiorentino