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Sólo faltan dos semanas para la ronda electoral que redefinirá el Parlamento Europeo. Entre los numerosos temas que están examinando las distintas facciones políticas nacionales e internacionales durante la campaña electoral, la transición ecológica es uno de ellos. Como es bien sabido, se han fijado objetivos para reducir las emisiones de CO2, y el Parlamento de la UE ha fijado 2050 como año objetivo para conseguir cero emisiones. Se trata de un proyecto ambicioso que a algunos Estados miembros, entre ellos Italia, les cuesta concebir como factible por diversas razones que atañen tanto al mercado de referencia como a la estructuración logística de un plan que permita alcanzar el objetivo sin daños colaterales para la población (en términos económicos y de empleo, pero no sólo).
Fratelli d’Italia, el partido dirigido por la Primera Ministra Giorgia Meloni, explica en su programa inherente a las elecciones europeas de junio que es importante abordar la cuestión medioambiental con cuidado y sensatez, sin dejarse llevar por las «eco-follies». Y sobre el sector del automóvil, por ejemplo, propone anular la prohibición «de la producción de coches con motor endotérmico a partir de 2035» y relanzar el sector basándose en el «principio de neutralidad tecnológica, invirtiendo en todos los combustibles alternativos y no sólo en el eléctrico, y desarrollando el sector de los biocarburantes protegiendo a las empresas». El FdI también pretende «apoyar la descarbonización de los distintos modos de transporte e invertir en movilidad urbana sostenible».
Hasta la fecha, en Italia se están dando pasos en la dirección de una movilidad menos contaminante a través de medidas como el Ecobonus, que ahora es oficial con la publicación del DPCM en el Boletín Oficial (25 de mayo de 2024).
Ecobonus, Urso: ‘Un plan también para la sostenibilidad social’
El Ecobonus, según explica el Ministerio de Empresa y Made in Italy -promotor de la medida-, tiene la misión de remodelar los incentivos para que los ciudadanos compren coches con bajas emisiones contaminantes.
El departamento dirigido por Adolfo Urso resume el contenido empezando por los recursos puestos a disposición: 950 millones de euros. La cifra se desglosará de la siguiente manera: 793 millones para coches; 35 millones para ciclomotores, motocicletas y cuadriciclos; 53 millones para vehículos comerciales ligeros; 20 millones para coches usados; y, por último, 50 millones para un programa experimental de alquiler a largo plazo.
Además de la compra de vehículos, también hay que comprar infraestructuras de recarga, como estaciones de recarga de coches eléctricos. Esto también forma parte del programa elaborado por el ministerio para relanzar la industria.
Este nuevo plan de incentivos para el sector del automóvil», explicó Urso, «se basa en tres pilares: la modernización del parque automovilístico italiano, uno de los más antiguos de Europa; el apoyo a la demanda de las personas con rentas más bajas; y el relanzamiento de la producción de vehículos en Italia. Este planteamiento se basa en la convicción de que es necesario un profundo cambio de rumbo respecto a los años anteriores». Al mismo tiempo, también dijo que la medida persigue la sostenibilidad ecológica, pero también la sostenibilidad social, teniendo en cuenta que el plan presta especial atención a las familias con rentas más bajas.
¿En qué consiste la medida?
Entre las muchas novedades incluidas en la medida de 2024 (que ya se ha activado en años anteriores) hay importantes subvenciones para la compra de coches con combustibles menos contaminantes (eléctricos, híbridos enchufables y coches con motor térmico con un nivel de emisiones de CO2 de hasta 135 g/km).
En el documento se aclara que los coches considerados, atendiendo a la lista de precios (sin IVA), no deben costar más de 35 mil euros para la banda de 0-20 g/km (eléctricos) y 61-135 g/km (térmicos), y 45 mil euros para la banda de 21-60 g/km (híbridos enchufables). También hay que añadir que la contribución máxima alcanzable es de 13.750 euros siempre que el EFSI del comprador sea inferior a 30 mil euros. Los que en cambio tengan un EFSI superior a 30 mil euros pueden obtener un incentivo de un máximo de 9 mil euros.
El objetivo principal de la medida es conseguir que los automovilistas procedan al desguace de los vehículos considerados más contaminantes (es decir, los Euro 0, 1, 2 y 3, es decir, el 25% de los vehículos en circulación en Italia). Así, «se planteó la hipótesis de una contribución de hasta 2.000 euros para la compra de vehículos usados de la clase Euro 6 (con emisiones de hasta 160 g/km de CO2,) frente al desguace de coches de hasta Euro 4».
El proceso de modernización y avance en materia de movilidad ecológica no avanza a la misma velocidad en todos los países, teniendo en cuenta también la inflación, así como la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos. Sin embargo, el gobierno dirigido por Meloni está comprometiendo recursos para acelerar una transición adecuada a las necesidades del país; la medida en cuestión, como hemos visto, se basa precisamente en este principio de avance reflexivo y prudente.