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El 59º intercambio de prisioneros entre Ucrania y Rusia podría marcar el primer paso hacia la paz

En un acontecimiento significativo, Rusia y Ucrania han llevado a cabo un importante intercambio de prisioneros, liberando cada parte a numerosos cautivos en un acuerdo facilitado por los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Se trata del 59º intercambio de este tipo desde el inicio del conflicto a gran escala en febrero de 2022. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, anunció la devolución de 189 ciudadanos ucranianos, entre los que se encontraban militares de diversas ramas -soldados, guardias fronterizos, guardias nacionales y militares de la Armada-, así como dos civiles capturados durante el asedio de Mariupol. Muchas de estas personas habían soportado más de dos años y medio de cautiverio, y algunas padecían enfermedades y lesiones graves. Zelenskyy hizo hincapié en el compromiso de la nación de conseguir la liberación de todos los ciudadanos retenidos por Rusia, declarando: «Estamos trabajando para liberar a todos de la cautividad rusa. Éste es nuestro objetivo. No olvidamos a nadie». Entre los liberados había defensores de lugares estratégicos clave, como la planta siderúrgica de Azovstal en Mariupol, la central nuclear de Chernóbil y la Isla de la Serpiente. Denys Prokopenko, comandante de la 12ª Brigada Azov de las Fuerzas Especiales de Ucrania, señaló que 11 de sus hombres se encontraban entre los repatriados. El propio Prokopenko había sido liberado en un intercambio anterior en 2022. Por parte rusa, el Ministerio de Defensa informó de la repatriación de 150 militares. Estos individuos fueron transportados inicialmente a Bielorrusia, donde recibieron asistencia médica y la oportunidad de ponerse en contacto con sus familias, antes de ser trasladados a Rusia. La participación de los EAU en la mediación de este intercambio subraya su creciente papel en los esfuerzos diplomáticos internacionales relacionados con el conflicto. Tanto las autoridades ucranianas como las rusas han expresado su gratitud por la facilitación del intercambio por parte de EAU. A pesar de este avance positivo, miles de ucranianos siguen cautivos en Rusia y en los territorios ocupados. Al parecer, las negociaciones para el intercambio de prisioneros se han vuelto más difíciles en los últimos meses, coincidiendo con los importantes avances rusos en el campo de batalla. Los funcionarios ucranianos calculan que Rusia retiene actualmente a más de 8.000 de sus nacionales, lo que pone de relieve la constante preocupación humanitaria en medio del prolongado conflicto.

¿Ambos bandos quieren la paz?

La opinión pública tanto en Ucrania como en Rusia respecto a la búsqueda de la paz ha evolucionado notablemente desde el inicio del conflicto en febrero de 2022. Encuestas recientes indican una inclinación creciente hacia las negociaciones en ambas naciones, aunque partes significativas de la población siguen firmes en sus posiciones iniciales. En las primeras fases del conflicto, una mayoría sustancial de ucranianos estaba a favor de continuar la resistencia. Una encuesta de Gallup realizada poco después de la invasión reveló que el 73% prefería luchar hasta conseguir la victoria. Sin embargo, a medida que el conflicto ha persistido, el sentimiento de la opinión pública ha cambiado. En noviembre de 2024, Gallup informó de que el 52% de los ucranianos estaba a favor de una paz negociada, incluso si implicaba hacer concesiones territoriales, mientras que el 38% seguía apoyando continuar la lucha hasta una victoria decisiva. Este cambio refleja la naturaleza prolongada del conflicto y las dificultades asociadas, lo que ha llevado a una reevaluación de las prioridades entre la población ucraniana. En Rusia, la opinión pública también ha mostrado una tendencia favorable a las negociaciones de paz. Una encuesta realizada por el Centro Levada en julio de 2024 reveló que el 58% de los rusos eran partidarios de iniciar conversaciones de paz con Ucrania, lo que supone un máximo histórico. A pesar de esta inclinación hacia las negociaciones, el apoyo a las acciones militares del gobierno sigue siendo sustancial. Un estudio del Chicago Council on Global Affairs indicó que tres de cada cuatro rusos siguen respaldando la intervención militar, y el 46% expresa un fuerte apoyo. Esta dicotomía sugiere que, aunque una parte significativa de la población rusa desea las conversaciones de paz, al mismo tiempo respalda las actuales estrategias militares del gobierno. La evolución de las opiniones públicas tanto en Ucrania como en Rusia pone de manifiesto las complejidades del conflicto y las diversas perspectivas dentro de cada nación. En Ucrania, el cambio a favor de las negociaciones subraya el coste de la guerra prolongada para la vida civil y la infraestructura nacional. Por el contrario, en Rusia, el apoyo simultáneo a las conversaciones de paz y a las acciones militares refleja una postura pública matizada, posiblemente influida por las narrativas estatales y las representaciones de los medios de comunicación.