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Centrado en la revisión del Marco Financiero y la situación israelí
El Consejo Europeo se reunió los días 26 y 27 de octubre para abordar las cuestiones más urgentes de la agenda política de la Unión, pero también de todos los Estados miembros. Las tensiones geopolíticas internacionales están obviamente en el centro de los problemas, pero la situación económico-financiera y migratoria también desempeñaron un papel crucial.
Empezando por la economía, el Consejo Europeo subrayó la necesidad de acelerar el proceso de crecimiento ya dentro del Marco Financiero Plurianual 2021-2027, con una serie de reformas que contemplen un mayor desarrollo de la competitividad europea en el sector de las tecnologías digitales y verdes y también el aumento de la producción de energía limpia a precios asequibles. Al mismo tiempo, se hizo un llamamiento para reducir las dependencias críticas diversificando las fuentes de suministro, una cuestión especialmente espinosa dada la ampliación de los BRICS, que ahora poseen la gran mayoría de las materias primas del mundo. Desde el punto de vista burocrático, se considera necesario racionalizar el marco reglamentario simplificando las normas para las pequeñas y medianas empresas y las start-ups, hoy una combinación de crecimiento estructurado. En el plano exterior, será necesario abordar las distorsiones arancelarias y actuar a todos los niveles para que la Unión Europea sea un socio favorecido en la aplicación de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) promulgada por Estados Unidos. Un elemento clave también a la luz de la lealtad europea a las causas geopolíticas en las que Estados Unidos figura entre los protagonistas.
En el frente de Oriente Próximo, de hecho, el Consejo Europeo elaboró una declaración conjunta que condena duramente a Hamás al tiempo que pide a Israel que proporcione pausas y corredores para las necesidades humanitarias básicas; además, la UE intentará llegar a una solución de «dos pueblos, dos Estados», aunque en este punto la propia votación interna de la ONU sobre el alto el fuego subraya cómo existe una dificultad ideológico-cultural hacia esta opción. En cuanto a Ucrania, la UE reiteró su plena ayuda financiera, económica, humanitaria, militar y diplomática a Kiev, además de endurecer las sanciones a Moscú.
Hay otros escenarios candentes en los que Europa es protagonista: uno de ellos es el enfrentamiento entre Armenia y Azerbaiyán por Nagorno Karabaj, donde de mutuo acuerdo se decidió trabajar para evitar una escalada reconociendo a los armenios el pleno disfrute de los derechos y la seguridad de Karabaj. En la cuestión Serbia-Kosovo, sin embargo, la verdadera protagonista fue la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni (FdI, ECR), que está trabajando en ambos frentes para que tanto Serbia como Kosovo tengan un camino europeo que conduzca luego a la reunificación del continente europeo; en este sentido, se subrayó que hablar de Ucrania y Moldavia en la UE es incorrecto hacia esos países que llevan mucho más tiempo solicitando la adhesión. Otro frente crucial es el Sahel, donde sin embargo la autoridad supranacional es la CEDEAO, con la que necesariamente habrá que establecer una relación cada vez más estrecha.
Sin embargo, un tema crucial fue el de la migración: en una carta de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (CDU, PPE), se subrayó cómo las guerras pueden empujar a nuevas personas a marcharse y, por tanto, son necesarias nuevas asociaciones de amplio alcance para abordar las causas de la migración. Las soluciones previstas por von der Leyen no difieren de las de los conservadores europeos: prevenir las salidas irregulares, reforzar las fronteras exteriores, luchar contra el tráfico de seres humanos, aumentar las repatriaciones permitiendo a los países vecinos vigilar las fronteras y efectuar rescates. En cuanto al memorándum de entendimiento, se reiteró la necesidad de acelerar la aplicación de los 5 pilares firmados con Túnez y Giorgia Meloni destacó que también es necesario un memorándum con Egipto que evite una actitud de chantaje proporcionando recursos económicos a cambio de lealtad, sino también medidas locales de formación para resolver los problemas sociales de los países africanos. En cualquier caso, será necesario reforzar la cooperación transfronteriza, ya que las repatriaciones de inmigrantes sólo alcanzan el 22% y la situación de seguridad interna corre el riesgo de agravarse.
La Cumbre del Euro coincidió con el Consejo Europeo, en el que creció la preocupación por la inflación, por lo que se decidió continuar la coordinación de las políticas económico-fiscales de los Estados miembros, planteando la hipótesis de una nueva fase de desarrollo del euro digital para aplicar también el «Paquete de la Moneda Única».