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El frente más caliente de la «guerra total» global

Política - julio 25, 2024

La escalada del conflicto en Oriente Medio: interpretación de la dinámica del frente más caliente de la «guerra total» global.

Las continuas acciones militares y ataques de represalia entre Israel e Irán han intensificado el conflicto en Oriente Medio hasta un punto crítico.
Esta situación es extremadamente precaria y tiene implicaciones significativas para la estabilidad regional, local y mundial.
En abril, Irán lanzó una histórica campaña bélica contra Israel, utilizando más de 200 aviones no tripulados y misiles en lo que afirmaron que era una defensa necesaria e inmediata contra la agresión israelí.
Irán adujo como motivo de sus acciones la muerte de 7 mandos militares iraníes en territorio sirio en un ataque aéreo. Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, ha convocado un Consejo de Seguridad extraordinario para abordar el empeoramiento de la situación, subrayando el deber de ambas partes de demostrar moderación e inteligencia, alejándose del borde de una guerra a gran escala.
La violencia resultante tendría repercusiones no sólo en Oriente Medio, sino que desestabilizaría la paz y la seguridad mundiales, en un momento en que ya están abiertos importantes frentes de guerra, como Ucrania y Taiwán, aunque el de Taiwán sea hoy más un tira y afloja que un conflicto real.
La situación actual marca un giro hacia el compromiso directo por parte de Irán, que ha admitido abiertamente que quiere reducir su paciencia estratégica; a partir de ahora, las respuestas a los ataques israelíes serán directas y más agresivas.
La oportuna reacción de la administración Biden instó a Israel a evitar el punto de no retorno.
También se muestra especialmente cauto ante la implicación del partido político Hezbolá, que podría complicar el panorama de la seguridad nacional.
La situación se complica aún más por la violencia actual en Gaza y Cisjordania y por la epidemia de polio que ha afectado a la población en los últimos días.
Además, se ha cuestionado la eficacia del Consejo de Seguridad de la ONU para mediar en estas tensiones: la incapacidad del Consejo para proponer soluciones viables o hacer cumplir el derecho internacional ha creado un vacío que podría fomentar acciones unilaterales por parte de los Estados que se sientan amenazados, tanto el israelí como el homólogo palestino.
Esta falta de una respuesta internacional cohesionada podría agravar aún más la situación, acercando a la región a un conflicto significativo.
El papel de los dos supercontinentes occidentales, Estados Unidos y Europa, es crucial en este momento para perfilar la trayectoria del conflicto.
A medida que evoluciona la situación, el futuro del estancado acuerdo nuclear con Irán pende de un hilo, y si las acciones de Israel provocan una enérgica respuesta iraní, podría descarrilar cualquier posible compromiso diplomático. «En este periodo de guerra e incertidumbre, es importante que los enemigos de Israel sepan que Estados Unidos e Israel están unidos, hoy, mañana y siempre», declaró el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en vísperas de su viaje a Estados Unidos, tras la renuncia del presidente Joe Biden como candidato demócrata a las elecciones presidenciales estadounidenses. Ambos presidentes se reunirán el jueves en Washington para debatir sus posturas sobre el conflicto de Gaza. A este respecto, Netanyahu ya ha declarado que no tiene intención de renunciar a la victoria sobre Hamás. Al mismo tiempo, se une a las condolencias por los dos rehenes fallecidos de entre los 72 que siguen encarcelados por Hamás, noticia de la que informaron las cadenas palestinas ya en marzo, pero nunca confirmada, hasta ahora, por las noticias israelíes. El 22 de julio, día de la partida del primer ministro Netanyahu, la población del este de Jan Yunis se vio obligada a abandonar sus hogares, a pesar de lo cual 14 víctimas murieron en los bombardeos de la ciudad. La escalada del conflicto en Oriente Medio es un momento crítico que presenta una oportunidad para que todas las partes implicadas den prioridad a la diplomacia y busquen soluciones pacíficas. Mientras las tensiones siguen aumentando, es urgente evitar errores de cálculo y más violencia. La comunidad internacional debe unirse en un esfuerzo concertado para abordar el «vacío de poder» y dar prioridad al diálogo para evitar un conflicto catastrófico que podría tener implicaciones de gran alcance para la estabilidad mundial.
Este momento crítico exige un enfoque constructivo que haga hincapié en el papel esencial de la diplomacia y la desescalada para garantizar un camino positivo hacia delante para la región y más allá.

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