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El 3 de octubre de 2023, el Vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Europea, Maroš Šefčovič, compareció ante el Parlamento Europeo para responder a las preguntas de los diputados sobre el principal asunto de su competencia, el llamado «Pacto Verde Europeo».
Por desgracia, el Sr. Šefčovič no aportó mucha información, sino más bien una colección de tópicos que difícilmente podrían convencer a nadie.
Empezó defendiendo iniciativas legislativas que el Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) considera muy perjudiciales para la economía: la Ley de Restauración de la Naturaleza y las nuevas normas sobre envases, que abandonan el anterior modelo de reciclaje por el de reutilización.
Además, el Vicepresidente de la Comisión defendió el Reglamento sobre diseño ecológico de productos sostenibles, mientras que nosotros preferiríamos menos regulación para reducir la carga administrativa y fomentar el crecimiento.
El burócrata eslovaco alabó una cuarta norma de la UE: la Ley de Materias Primas Críticas, que supuestamente reduce nuestras dependencias. Sin embargo, aún está por ver cómo el concepto de «estrategia abierta» reforzará la autonomía de las materias primas. Un niño comprendería rápidamente que son elementos contradictorios y que, por tanto, su mezcla equivale a una extraña ceremonia de confusión.
El Sr. Šefčovič pasa a defender el bienestar de los animales como un objetivo en el que ha puesto a trabajar a «su equipo de comisarios de Green Deal». Recomendamos que los recursos humanos de la Comisión se dediquen al bienestar de las personas, los trabajadores, las empresas y las naciones.
Al parecer, este otoño se centrará en la energía eólica y así lo explica. Esto parece lógico, ya que el otoño y el invierno suelen ser estaciones en las que sopla el viento; parecería bastante original centrarse en el sol (o la arena, como reza el dicho) entre los meses de octubre y Semana Santa.
El compromiso con los ciudadanos, según el Vicepresidente de la Comisión, se manifestará a través del Fondo de Transición Justa. Este fondo realmente cura algunas de las heridas causadas por la Transición Verde y el Green Deal. Al fin y al cabo, la Comisión está causando un problema a los ciudadanos y luego finge comprometerse con ellos para pagar en parte el daño infligido.
Además, el Sr. Šefčovič ha prometido organizar «diálogos sociales verdes» con los ciudadanos, a fin de reforzar el apoyo público al Pacto Verde. En otras palabras, el apoyo público al Green Deal de la jefa Von der Leyen necesita urgentemente algo de vitamina, incluso en forma de sermones, o tiempo mal empleado.
Elogia la industria automovilística como la «joya de la corona» de la economía europea, pero no da cifras exactas de cuál sería el plan para protegerla de los competidores de otras áreas mundiales. Las únicas cifras facilitadas se refieren a las energías renovables. Porque en 2050 todo tendrá que ser eléctrico, como imponen Von der Leyen y sus adláteres, necesitaremos tener en Europa «de 2 a 3 veces más generación de energía eléctrica de la que tenemos ahora».
No obstante, considera que esto sitúa a la economía europea en una senda firme hacia la reducción de costes para los ciudadanos. ¿Triplicar la generación de electricidad reducirá los costes para los ciudadanos? Nadie puede creer semejantes ilusiones. Y, sin embargo, afirma que el Green Deal aportará «beneficios tangibles e intangibles» a los ciudadanos de Europa.
Al menos, el supercomisario reconoce las prerrogativas soberanas y la neutralidad tecnológica cuando habla de energía nuclear. Esto se califica implícitamente de fuente de energía baja en carbono, y no se señala con el dedo a los 12 Estados miembros que actualmente explotan centrales nucleares.
Junto con la fotovoltaica y la eólica, el hidrógeno se presenta como la industria del futuro. La audiencia termina con una ingenua excentricidad: El Sr. Šefčovič declara su entusiasmo por la bicicleta como medio de transporte en el altar de la religión de la UE. Y, efectivamente, conseguimos encontrar una foto, aunque pequeña, en la que se le ve sobre dos ruedas.
En general, como consecuencia de este intercambio entre la Comisión Europea y algunos diputados del Parlamento Europeo, el lector podrá decidir fácilmente por sí mismo si el Pacto Verde y su principal acólito pueden tomarse en serio.
Fuente de la imagen: Shutterstock