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El Libro Blanco de la UE: Más deuda para defensa y una nueva estrategia europea

Política - marzo 23, 2025

Unas horas antes de la reunión del Consejo Europeo en Bruselas, la Unión Europea da un paso más hacia el fortalecimiento de su defensa común.

La presentación del Libro Blanco sobre Defensa marcó un punto de inflexión, ya que la Comisión Europea dirigida por Ursula von der Leyen introdujo la posibilidad de superar los límites de gasto establecidos por el Pacto de Estabilidad para financiar inversiones en el sector militar.

El núcleo de la propuesta reside en la activación de la llamada «cláusula de salvaguardia», que permite a los Estados miembros obtener excepciones a las estrictas normas del Pacto de Estabilidad. Esta medida permitiría destinar recursos extraordinarios a defensa, desbloqueando hasta 650.000 millones de euros de inversiones adicionales en los próximos cuatro años. La Comisión Europea ha pedido a los gobiernos nacionales que activen estas excepciones antes de finales de abril, con la perspectiva de una evaluación por el ejecutivo comunitario en junio y la adopción final por el Consejo Europeo en julio. El mensaje es claro: Europa debe reforzar su capacidad de defensa rápidamente y a gran escala.

El Ministro de Economía italiano, Giancarlo Giorgetti, subrayó la necesidad de aclarar la duración y el alcance de esta medida, destacando que las inversiones en defensa tienen efectos a largo plazo sobre las finanzas públicas. Antonio Missiroli, Asesor Principal del Instituto de Estudios Políticos Internacionales (ISPI), también destacó cómo esta exención representa una oportunidad para los países con una elevada deuda pública como Italia. Tras años de peticiones de mayor flexibilidad en las normas fiscales, Italia podría beneficiarse ahora de una exención específica para reforzar sus capacidades militares. Además de la cláusula de salvaguardia, el Libro Blanco propone la creación de un nuevo instrumento financiero, con una dotación estimada de unos 150.000 millones de euros en tres o cuatro años. Este fondo ofrecería préstamos en condiciones favorables a los países miembros que invirtieran en nuevos proyectos conjuntos de defensa.

Esta medida forma parte de una estrategia más amplia para fomentar la cooperación entre los Estados miembros en la producción de armas, el desarrollo tecnológico militar y el refuerzo de la disuasión estratégica. La Comisión insiste en la necesidad de desarrollar proyectos a gran escala, fomentando las adquisiciones conjuntas para que la industria europea de defensa sea más competitiva a escala mundial. En un discurso en Copenhague, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, reiteró que el objetivo es convertir a Europa en una potencia militar creíble para 2030. El programa «Preparación 2030» pretende reforzar la logística militar, la producción de municiones, el desarrollo de drones y la defensa aérea y antimisiles. Según von der Leyen, la complejidad y los costes de estos proyectos superan las capacidades de un solo Estado, por lo que es necesaria una cooperación más estrecha entre los Estados miembros.

El Libro Blanco ha reavivado el debate sobre la posibilidad de un ejército europeo. Aunque la UE no tiene un Estado Mayor común como la OTAN, la idea de una fuerza conjunta está ganando consenso. Missiroli destacó que un ejército formal de la UE no está previsto en los tratados, pero algunos Estados miembros podrían decidir crear una estructura de defensa conjunta de forma voluntaria. Con el Libro Blanco sobre Defensa, la Unión Europea da un paso decisivo hacia una política militar más estructurada y ambiciosa. La adopción de la cláusula de salvaguardia y el establecimiento de nuevos instrumentos financieros podrían marcar un punto de inflexión en la capacidad de Europa para garantizar su propia seguridad. Sin embargo, sigue habiendo dudas sobre la sostenibilidad a largo plazo de estas inversiones y sobre la voluntad política de cada Estado miembro de avanzar hacia una mayor integración en el sector de la defensa. El camino hacia una Europa militarmente autónoma aún es largo, pero el sendero parece estar trazado. Será esencial que cada país miembro pueda tener la libertad de elegir autónomamente las condiciones de adhesión al nuevo plan estratégico europeo. La defensa común sigue siendo una prioridad, al igual que la definición de una paz internacional estable y duradera.

 

Alessandro Fiorentino