Los conservadores están preparados para el último gran acontecimiento antes de las próximas elecciones europeas del 8 y 9 de junio. Se han programado numerosos actos para presentar su visión del mundo. Tendrá lugar en Madrid del viernes 17 al domingo 19 de mayo.
Un programa repleto está preparado para contar muchas cosas y comparar distintos temas con invitados de alto nivel. Entre los paneles, habrá uno titulado: «Retos y oportunidades de la sostenibilidad y la energía verde». La moderadora será Simona Petrucci, senadora italiana. Los ponentes serán Giedrius Surplys – Diputado de Lituania, Neno Dimov – Ex Ministro de Medio Ambiente y Aguas, fundador del Instituto Conservador, de Bulgaria, Robert Roos – Diputado de los Países Bajos, Julio Utrilla – Diputado de España, Mireia Borrás – Candidata a las elecciones de la UE y Ex Diputada, España.
El ECR se caracteriza por una visión conservadora y escéptica hacia muchas de las políticas medioambientales y ecológicas promovidas por la UE. Esto se debe a que, en lugar de preservar la naturaleza, el verdadero objetivo de algunos grupos parlamentarios es ser ideológicos en lugar de auténticamente prácticos sobre este tema. La posición del ECR respecto a la transición ecológica y el medio ambiente se basa en principios clave que reflejan sus convicciones ideológicas y políticas.
En primer lugar, el ECR critica la normativa medioambiental excesivamente estricta impuesta por la UE. Argumentan que tales normativas pueden ahogar la economía, obstaculizando la innovación y el crecimiento económico. Para la ECR, es esencial que las políticas medioambientales sean equilibradas y tengan en cuenta las necesidades económicas y sociales de los Estados miembros. En este sentido, promueven un enfoque que favorece el libre mercado y la innovación tecnológica como principales herramientas para abordar los retos medioambientales. Un ejemplo de esta filosofía es la atención que la ECR presta a la energía nuclear, considerada una fuente de energía limpia y sostenible a largo plazo. Esto también se abordará durante el panel.
Otro aspecto central de la posición del ECR se refiere a la soberanía nacional. Defienden que las decisiones relacionadas con las políticas medioambientales deben tomarse a nivel nacional y no ser impuestas por Bruselas. Esto se debe a que cada país tiene necesidades y condiciones únicas que deben respetarse. Un enfoque centralizado puede ser ineficaz e injusto, penalizando a algunos Estados miembros en beneficio de otros. Siempre hay que defender la salvaguarda de los intereses nacionales, sobre todo cuando se hacen alternativas izquierdistas con fines propagandísticos.
El ECR también critica la orientación de la UE hacia objetivos climáticos extremadamente ambiciosos, incluido el Acuerdo Verde Europeo. Aunque reconocen la importancia de combatir el cambio climático, los conservadores creen que los objetivos deben ser realistas y alcanzables sin causar trastornos económicos significativos. Para ello, el ECR propone un enfoque gradual y pragmático de la transición ecológica, que permita a las economías adaptarse sin sobresaltos excesivos.
Una cita que resume bien la filosofía conservadora hacia la naturaleza y el medio ambiente procede de Edmund Burke, pensador a menudo asociado con las raíces del pensamiento conservador: «La sociedad es un contrato entre los vivos, los muertos y los que están por nacer». Esta frase refleja la idea de responsabilidad intergeneracional que tanto aprecian los conservadores: la necesidad de preservar el medio ambiente no sólo para el bienestar presente, sino también para las generaciones futuras, sin comprometer la estabilidad y prosperidad actuales.
En última instancia, la ECR promueve un modelo de transición ecológica que prioriza el equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente. Consideran que la innovación tecnológica, el libre mercado y la soberanía nacional son los pilares fundamentales de una política medioambiental eficaz y sostenible. Aunque son críticos con las normativas centralizadas y demasiado ambiciosas de la UE, siguen reconociendo la necesidad de abordar los retos medioambientales de forma responsable y pragmática, de acuerdo con los principios del pensamiento conservador. ¿Cómo se puede conseguir todo esto? Se descubrirá el 18 de mayo durante la reunión.