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Fratelli d’Italia gana, otra vez

Construir una Europa conservadora - junio 19, 2024

La noche de Fratelli d’Italia dura sólo 16 minutos. Faltan 60 segundos para las 2 de la madrugada, y las inconfundibles notas de «Ma il cielo è sempre più blu» de Rino Gaetano suenan en el sistema de sonido de la sala de conferencias del Hotel Parco dei Principi, sede del partido para las grandes ocasiones electorales. Los periodistas se apresuran a averiguar de qué entrada saldrá Giorgia Meloni, Primera Ministra y principal candidata en todas las circunscripciones.

«Nos conocimos aquí hace casi dos años y fue una noche hermosa. Ésta, para mí, es aún más hermosa», comienza el discurso de agradecimiento haciendo referencia a cuando, desde el mismo escenario, había comentado los porcentajes que en 2022 la habían llevado a ganar las elecciones políticas. En aquella ocasión, la Fdi ostentaba algo menos del 26%. Tras un año y ocho meses en el gobierno, su partido sigue creciendo, acercándose al 29%. «Este es el mensaje de los italianos: seguid adelante. Con mayor determinación», dice, buscando a su hermana Arianna, a un lado del escenario, ahora jefa de la secretaría política del partido. A la luz de los resultados en el resto de Europa, subraya su orgullo por poder presentarse «en el G7 y en Europa con el gobierno más fuerte de todos». La referencia es a lo ocurrido en Francia, donde el presidente Emmanuel Macron disolvió el Parlamento y convocó nuevas elecciones para el próximo 30 de junio, en plenos Juegos Olímpicos de París. La Agrupación Nacional de Marine Le Pen y Jordan Bardella obtuvo el 32% de los votos, mientras que el partido del presidente se quedó en el 14%. Europa ha dado una señal clara e inequívoca de lo que quiere que ocurra y de cuál debe ser el cambio de ritmo. El Partido Popular sigue teniendo la mayoría, pero los Conservadores son potencialmente el tercer grupo del Parlamento Europeo. La derecha está ahí y es más fuerte que nunca en Europa.

En palabras de Meloni, hay satisfacción por el número de aliados, pero también hay pullas a los que se oponen a ella. Sin nombrarlos, como ocurrió durante gran parte de la campaña electoral, en relación con el Movimiento 5 Estrellas, que no superó el 10%, se muestra cortante: «El sistema vuelve a ser bipolar. Es una buena noticia porque hay visiones del mundo que chocan y sobre las que se pide a los ciudadanos que adopten una postura.»

Sin embargo, el pinchazo a la Pd. de Elly Schlein llega al final, cuando ya ha sonado el himno mamelí. Meloni está a punto de abandonar el escenario cuando decide volver al micrófono: «Nos vieron venir pero no pudieron detenernos». No han transcurrido ni 10 minutos de discurso y el Primer Ministro ya ha salido por la puerta que hay detrás del escenario. Son las 2.15 h, militantes, parlamentarios, dirigentes y personal de Fratelli d’Italia ondean las banderas del partido mientras suena «A mano a mano», también del cantante nacido en Crotone. Así comienza la celebración de la noche «más hermosa».

El ambiente festivo es palpable, pero las palabras de Meloni también transmiten una clara visión de futuro. «Esto es sólo el principio de un camino que verá a Italia en el centro de las decisiones europeas», afirma convencida. El giro a la derecha de la Unión Europea es una señal que ella interpreta como una confirmación del cambio en curso, un cambio que ella ha ayudado a configurar y del que pretende ser protagonista. El crecimiento de los partidos conservadores en Europa, según Meloni, no es sólo una victoria política, sino el reflejo de un deseo más amplio de volver a los valores tradicionales y a una gobernanza más decidida.

Los militantes aplauden, conscientes de que el camino seguirá siendo largo y difícil, pero confiados en la guía de su líder. Mientras continúa la celebración, Meloni se retira con sus colaboradores más cercanos, ya centrados en los retos que presentará el nuevo panorama político europeo. La noche más hermosa es sólo el comienzo de una nueva era para la derecha italiana y europea.