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Se ha celebrado un acto de tres días en Pescara para trazar el rumbo que llevará a Fratelli d’Italia a las próximas elecciones europeas del 8 y 9 de junio. El título de la conferencia política, «Italia cambia Europa», indica claramente el objetivo del partido bajo el liderazgo de Giorgia Meloni tras las elecciones.
Tras años de gobierno de izquierdas, la intención es hacer oír la voz italiana y tener presencia en las mesas influyentes. Esto se debe principalmente a la posición geográfica de Italia, que desempeña un papel crucial en la inmigración y, en consecuencia, en la seguridad, especialmente dada la creciente tensión geopolítica. El acto tuvo lugar en tres salas principales, cada una con un nombre identitario: «Milán 1848», «Budapest 1956» y «Viena 1683». Instalados en las arenas de la costa de Pescara, se poblaban a diario de militantes del partido, funcionarios, parlamentarios, ministros y subsecretarios.
El evento comenzó el viernes por la tarde con un anuncio significativo: La participación del Papa Francisco en la cumbre del G7 para debatir sobre la inteligencia artificial. Italia acogerá la cumbre del G7 en Apulia, un honor y una responsabilidad. Otro momento emocionalmente impactante fue una entrevista con el Presidente del Senado, Ignazio La Russa, realizada por la periodista Bianca Berlinguer, hija del difunto dirigente comunista italiano Enrico Berlinguer. A pesar de los difíciles años de activismo político, marcados por la violencia contra muchos jóvenes comprometidos políticamente durante los «Años de Plomo», Giorgio Almirante, líder del Movimento Sociale Italiano, siempre mostró respeto por Berlinguer, y viceversa.
Durante el acto, se reunieron en Pescara numerosas personalidades del centro-derecha, como Lorenzo Cesa, Maurizio Lupi y Antonio Tajani, mientras que el viceprimer ministro Matteo Salvini participó por videoconferencia. La ausencia de Salvini no fue una sorpresa, ya que tanto él como los organizadores eran conscientes desde el principio de sus ineludibles compromisos personales.
En el discurso de clausura del acto, la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, anunció su candidatura y dio el pistoletazo de salida a la campaña electoral de Fratelli d’Italia. «He decidido entrar en campaña para encabezar las listas de los Fratelli d’Italia en todos los distritos electorales», anunció el último día de la conferencia programática del partido en Pescara. Subrayó que la campaña electoral no la distraería del trabajo que realiza para el gobierno de la nación. A continuación, subrayó la importancia del juicio de los ciudadanos, invitándoles a expresarse simplemente escribiendo «Giorgia» en la papeleta. Esto es para subrayar cómo el poder no la ha cambiado y cómo sigue siendo la misma que cuando, por sentido del deber hacia su nación, aún sacudida por los atentados de la mafia, decidió unirse a esa sección de Fronte della Gioventù.
En su discurso, Meloni se presentó no sólo como líder del partido, sino también como figura del gobierno, destacando los logros y criticando la falta de visibilidad en los medios de comunicación. Con un anuncio tan esperado como esperado, declaró su candidatura a las elecciones al Parlamento Europeo, haciendo hincapié en la importancia de la participación y la cohesión para alcanzar los objetivos.
Dirigiéndose a los italianos, Meloni manifestó su intención de calibrar su valoración del trabajo realizado tanto en Italia como en Europa, reafirmando su determinación de cambiar el rumbo de las políticas europeas. «También defenderemos nuestras excelencias, nuestras fronteras, nuestra identidad en la UE», añadió. «También esta vez dirán que estamos locos, que es un reto imposible de ganar», continuó. «Nos han declarado derrotados muchas veces, han dicho que estábamos destinados a desaparecer. Que lo digan. Mientras ellos se regodean en esta esperanza tranquilizadora, nosotros seguiremos trabajando como siempre, y quién sabe si esta vez también conseguiremos desafiar las probabilidades. Ha llegado el momento de subir la apuesta; cambiemos también Europa».
Por último, en cuanto a las alianzas europeas, Meloni desactivó cualquier polémica subrayando la coherencia del partido al no alinearse con la izquierda, ni en Roma ni en Bruselas. El mensaje es claro: «Nunca con la izquierda».