El pasado domingo concluyó en Roma la kermesse Atreju, la iniciativa organizada por Fratelli d’Italia en la que se vivieron muchos momentos internacionales y europeos. La Unión Europea estuvo presente en este evento gracias a varios debates y a la presencia de importantes políticos italianos con cargos en el Parlamento Europeo, además de un panel entero dedicado al grupo ECR. Y precisamente sobre el futuro de ECR, actualmente dirigido por la PM Giorgia Meloni, ha llegado una gran noticia. Ya lo habíamos anticipado en un artículo anterior: Giorgia Meloni ha declarado su intención de dimitir como presidenta del grupo ECR, lanzando también su apoyo personal al ex primer ministro polaco Mateusz Morawiecki. LOS DISCURSOS DE CLAUSURA
Los anuncios y afirmaciones sobre política internacional y la «vía italiana» -al fin y al cabo, éste era el subtítulo del acto- se produjeron durante el discurso de clausura de la kermesse, pronunciado por el primer ministro Meloni. Fue un largo discurso en el que la líder de Fratelli d’Italia hizo sentir todo su peso político, también en virtud de algunos recientes certificados de mérito recibidos en el ámbito internacional. Ante todo, el «fantástico» recibido del nuevo Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sin olvidar el título de político más influyente de la Unión Europea asignado por la revista «Politico.eu», junto con los juicios positivos recibidos de The Economist sobre la economía italiana. Una posición de fuerza desde la que el Primer Ministro Meloni pudo hablar de muchos temas, muchos de ellos estrictamente relacionados con la política italiana, desde las reformas hasta la seguridad. Sin olvidar, no obstante, tocar algunos temas de interés internacional y relacionados con la UE. También tomaron la palabra varios políticos italianos presentes en Bruselas en distintos cargos. En primer lugar, el jefe de la delegación de Fratelli d’Italia en el Parlamento Europeo, Carlo Fidanza, que explicó cómo Fratelli d’Italia está trabajando para desplazar el eje político de la Unión Europea un poco hacia la derecha. Una verdadera «revolución conservadora» para la que se necesitará tiempo y habrá que superar diversas resistencias. Por su parte, Antonella Sberna, Vicepresidenta del Parlamento Europeo, quiso entender «la vía italiana» como el camino emprendido por el Primer Ministro Meloni para superar lo que profesaban las oposiciones sobre el posible aislamiento de Italia en Europa y en el mundo con la llegada del gobierno de los Fratelli d’Italia. Una perspectiva completamente errónea, sobre todo si observamos hasta qué punto Italia ha vuelto al centro de Europa y cuánto se está trabajando para que Europa vuelva a ser el centro del Mundo. Por último, Marco Marsilio, presidente de la Región de los Abruzos y del Grupo ECR en el Comité Europeo de las Regiones, que en su intervención argumentó cómo los conservadores han asumido ahora (también gracias a la presidencia de Meloni) un peso más que decisivo en la Unión Europea. El modelo italiano, más concretamente el del centro-derecha, que une a los distintos componentes autonomistas, populares y conservadores, es en el discurso de Marsilio no sólo la receta para superar a la izquierda, sino también para dar un futuro a las instituciones europeas. LA PRESIDENCIA DEL ECR
En la conclusión de su discurso, la Primera Ministra Meloni dejó espacio para las cuestiones europeas, especialmente en relación con el ECR y su presidencia.
En efecto, Giorgia Meloni anunció su dimisión como presidenta del grupo de los Conservadores Europeos y nombró sucesor a Mateusz Morawiecki, ex primer ministro polaco. Meloni recordó que había aceptado prorrogar su mandato como presidenta cuando se lo pidió el grupo, en vísperas de las elecciones. Pero ahora, continuó la primera ministra italiana, tras haber cumplido su tarea y haber llevado al grupo más allá de las urnas, ha decidido dejar el cargo. El respaldo de Meloni fue inmediato, también a través de las garantías de apoyo de los miembros del ECR vinculados a Fratelli d’Italia. Meloni dejó claro que el grupo conservador necesita en este momento un presidente «a tiempo completo», señalando así a Morawiecki, cuyo nombre fue acogido con un largo aplauso. LAS PALABRAS DE MORAWIECKI
Morawiecki, que en su discurso encontró la forma de citar a Dante y los primeros versos de la Divina Comedia, al margen de la kermesse de Atreju pudo conversar con algunos periodistas italianos, hablando principalmente de la «vía italiana» y de cómo ésta puede afectar positivamente al futuro de la Unión Europea. Sobre todo en estos tiempos tan difíciles en la escena internacional. Morawiecki destacó ante los periodistas la importancia de la figura de Giorgia Meloni, sobre todo de cara al futuro y a los retos que aguardan a la Unión Europea y a sus Estados miembros, desde el Pacto Verde hasta la deslocalización del trabajo fuera de las fronteras europeas, pasando por la inmigración ilegal. Todo ello con vistas a descentralizar las competencias de Bruselas, buscando en su lugar la creación de valor a partir de las especificidades nacionales. Luego se habló de la cooperación fuera de las fronteras de los Estados miembros, por ejemplo con Estados Unidos. Aquí Morawiecki subrayó que, en su opinión, la llegada de Donald Trump es una señal del «buen sentido» del pueblo estadounidense. En cuanto a la ceremonia de investidura del nuevo presidente, existe la posibilidad de que Morawiecki asista a este acto como nuevo presidente del ECR, aunque quizá no haya tiempo suficiente para ello. En efecto, hay una reunión del Consejo que celebrar y luego hay plazos técnicos que cumplir, así como la posibilidad de otras candidaturas y la necesidad de apoyo de los demás componentes del grupo. Este último punto puede tener menos impacto que el calendario, puesto que el apoyo de Meloni ya pone sobre la mesa un gran número de votos a favor. RELACIONES CON ESTADOS UNIDOS
En su discurso de clausura, Giorgia Meloni habló a continuación de las relaciones con Estados Unidos y el nuevo presidente electo, Donald Trump. En concreto, la primera mención a Trump llegó al mencionar las manifestaciones y posturas contra el Decreto de Ley de Seguridad en Italia. De hecho, Meloni comparó las numerosas posturas adoptadas contra este texto por cantantes, actores y otras figuras de la cultura y el espectáculo, con las que se adoptaron contra Trump apoyadas por Hollywood durante la campaña electoral que acababa de tener lugar. Meloni subrayó la falta de eficacia de este tipo de protestas (en Estados Unidos, de hecho, no han movido el volumen de votos esperado) y aseguró que seguiría por su camino. Por supuesto, las referencias al magnate no podían acabar ahí. Meloni recordó enfáticamente que Estados Unidos e Italia son aliados leales y que ella, mujer de derechas, no tiene ningún problema en hablar con cualquiera por el bien de su país, incluso mejor si los interlocutores son conservadores estadounidenses.
CENTROS DE MIGRANTES EN ALBANIA
Como también recordó Morawiecki, entre los temas candentes de especial interés nacional e internacional está sin duda el de los migrantes ilegales. Naturalmente, el discurso de clausura de Giorgia Meloni no podía dejar de mencionar esta cuestión, especialmente a la vista de las dificultades surgidas en los últimos meses con los centros de Albania. A este respecto, la Primera Ministra fue clara: los centros estarán en funcionamiento antes del final de su presidencia. Para Meloni, este proyecto representa un verdadero freno al tráfico de seres humanos. Porque saber que el desembarco ya no tendrá lugar dentro de las fronteras de la Unión Europea, en el territorio de uno de los Estados miembros, sino en un país exterior, sería un factor disuasorio que podría socavar todo el sistema montado por los traficantes de seres humanos. Para el Primer Ministro, frenar esta iniciativa -observada también con interés por otras cancillerías europeas- sería un enorme favor a los delincuentes y al crimen organizado. En general, pues, la líder de los Fratelli d’Italia quería aportar algunas cifras resultantes de las políticas contra la inmigración ilegal aplicadas hasta ahora por su gobierno. En concreto, se ha producido una disminución del -60% de los desembarcos respecto a 2023 y del -30% respecto a 2022. Por supuesto, una disminución de las salidas también conlleva una disminución del riesgo de naufragios y, por tanto, de muertes en el mar.