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Italia crece más rápido que Alemania: comparación de dos economías en transición

Ciencia y Tecnología - agosto 12, 2024

En los últimos años, la economía italiana ha mostrado una resistencia y un dinamismo sorprendentes, en algunos aspectos incluso superando a Alemania, tradicionalmente considerada la fuerza motriz de Europa.

Este resultado es especialmente significativo si tenemos en cuenta el contexto económico mundial caracterizado por las incertidumbres y los desafíos, así como la paralización de medidas extraordinarias como el Superbonus, que habían dado un impulso significativo al sector italiano de la construcción.
La comparación entre ambas economías pone de manifiesto no sólo las diferencias estructurales, sino también las distintas estrategias de crecimiento adoptadas por los dos países.
Según los datos del Istat, el Producto Interior Bruto (PIB) italiano registró un aumento del 0,2% en el segundo trimestre de 2024 respecto al trimestre anterior, y del 0,9% en términos tendenciales.
Estos resultados, aunque modestos en términos absolutos, representan una señal positiva para la economía italiana, sobre todo si se comparan con los de Alemania.
La economía alemana, de hecho, se contrajo ligeramente un 0,1% en el mismo periodo, tras un débil aumento del 0,2% en el primer trimestre.
Esta tendencia refleja un estancamiento persistente de la economía alemana, agravado por factores como la ralentización de la demanda interna, el aumento de los costes energéticos y laborales, y un clima de incertidumbre que ha llevado a las empresas a retrasar sus decisiones de inversión.
Alemania, que durante décadas ha liderado el crecimiento económico europeo, se encuentra ahora en una fase de dificultades estructurales.
Las causas de este estancamiento son complejas y están interconectadas.
Entre las principales, destacamos la debilidad de las inversiones en sectores clave como la construcción y el equipamiento, así como el impacto negativo de los elevados costes energéticos en la industria manufacturera, que tradicionalmente ha representado el corazón palpitante de la economía alemana.

El papel del sector servicios en Italia

A diferencia de Alemania, Italia ha experimentado un mayor dinamismo en el sector servicios, que ha compensado el descenso del valor añadido en sectores como la agricultura, la silvicultura, la pesca y la industria.
Este cambio hacia una economía impulsada por los servicios ha sido crucial para el crecimiento italiano, y el turismo ha desempeñado un papel destacado en este contexto.
De hecho, el turismo ha sido uno de los sectores más resistentes y dinámicos de la economía italiana en los últimos años.
En 2023, Italia registró los valores más altos de la historia en la balanza de pagos del turismo, y esta tendencia continuó en 2024, con un crecimiento significativo en el primer trimestre.
Este sector ha contribuido no sólo al PIB, sino también al empleo, proporcionando un apoyo esencial en un periodo de gran incertidumbre económica.
Uno de los elementos clave que había apoyado a la economía italiana en años anteriores era el Superbonus, una iniciativa gubernamental destinada a incentivar la recalificación energética y sísmica de los edificios.
Este programa había dado un impulso significativo al sector de la construcción, contribuyendo notablemente al crecimiento del PIB.
Sin embargo, el Superbonus también suscitó preocupación por su impacto en las finanzas públicas, ya que se consideró una medida costosa y difícil de mantener a largo plazo.
Con el fin del Superbonus, se observó una ralentización del sector de la construcción, que sin embargo siguió beneficiándose de los efectos residuales de las medidas anteriores.
Según la Oficina Presupuestaria Parlamentaria (UPB), la producción industrial en Italia ha venido disminuyendo desde finales de 2022, y no se espera una inversión de la tendencia a corto plazo, tanto en la industria como en la construcción.
Sin embargo, la economía italiana ha mostrado cierta capacidad de adaptación, y otros sectores han compensado parcialmente este descenso.

Retos y perspectivas de futuro para Italia

A pesar de los signos positivos, la economía italiana no está libre de desafíos.
La industria, en particular, sigue padeciendo unos costes energéticos persistentemente elevados, que han reducido la competitividad de las empresas italianas en los mercados internacionales.
Además, la incertidumbre económica sigue siendo elevada, y los hogares y las empresas siguen siendo cautelosos en sus decisiones de gasto e inversión.
Las expectativas de crecimiento para los próximos trimestres están muy vinculadas a las decisiones que se tomen con la próxima ley presupuestaria, así como a la aplicación del Plan Nacional de Recuperación y Resistencia (PNRR).
Este plan, financiado en gran parte con fondos europeos, se considera una de las principales palancas para apoyar el crecimiento económico a medio plazo, mediante inversiones en infraestructuras, digitalización y transición energética.
En cuanto a los ingresos fiscales, el presupuesto italiano muestra signos positivos.
La última actualización contenida en el ajuste presupuestario destaca un aumento de 24.700 millones de euros en comparación con las previsiones iniciales, con un aumento significativo de los ingresos procedentes del impuesto sobre la renta de las personas físicas y del impuesto de sociedades, aunque el IVA se ha contraído.
Esta mejora de los ingresos podría proporcionar al gobierno una mayor flexibilidad para aplicar medidas de apoyo al crecimiento económico.

La crisis de la economía alemana: causas y consecuencias

La crisis que atraviesa la economía alemana no puede subestimarse, teniendo en cuenta el papel central que Alemania siempre ha tenido en la economía europea.
Según el índice Ifo, que es un indicador clave seguido por los mercados financieros, la economía alemana parece «bloqueada por la crisis», y no se espera ninguna mejora significativa en el tercer trimestre de 2024.
Este estado de estancamiento es especialmente evidente en el sector industrial, donde las empresas están retrasando las inversiones debido a la elevada incertidumbre económica.
Las causas de esta crisis son múltiples.
Además de los factores ya mencionados, como el elevado coste de la energía y la ralentización de la demanda interna, Alemania se enfrenta a una serie de retos estructurales.
Entre ellos están la transición energética, que está imponiendo altos costes a las empresas, y la creciente competencia mundial, que está erosionando la posición dominante de Alemania en sectores como la automoción y la mecánica de precisión.
La desaceleración de la economía alemana tiene implicaciones significativas para toda la eurozona.
Alemania, como mayor economía de la Eurozona, ha impulsado tradicionalmente el crecimiento económico del bloque.
Sin embargo, con Alemania en dificultades, la carga del crecimiento podría trasladarse a otros países, incluida Italia.
Esto representa una oportunidad para que Italia refuerce su papel dentro de la Eurozona, pero también requiere una gestión cuidadosa de las políticas económicas y fiscales para evitar incurrir en las mismas dificultades que actualmente frenan a Alemania.
Italia debe abordar sus retos internos, incluida la necesidad de mejorar la productividad y reducir la deuda pública, pero también puede aprovechar las oportunidades que ofrece la crisis alemana para consolidar su crecimiento.
El sector servicios, en particular, ofrece un potencial significativo, sobre todo si se apoya en inversiones en infraestructuras y digitalización.
Además, Italia puede beneficiarse de la creciente demanda mundial de turismo y productos de alta calidad, sectores en los que el país tiene una posición fuerte.
La comparación entre las economías italiana y alemana pone de manifiesto un cambio en la dinámica económica europea.
Italia, a pesar de las dificultades estructurales y de la paralización de medidas como el Superbono, ha demostrado una sorprendente capacidad de crecimiento, impulsada sobre todo por el sector servicios y el turismo.
Por el contrario, Alemania se enfrenta a una crisis que podría tener implicaciones a largo plazo para su economía y para toda la Eurozona.
Este escenario ofrece a Italia una oportunidad única para reforzar su papel dentro de Europa, pero también requiere una gestión cuidadosa de las políticas económicas para apoyar el crecimiento en los próximos años.
Con el apoyo del PNRR y una gestión prudente de las finanzas públicas, Italia puede seguir creciendo y reforzando su posición en el contexto europeo, convirtiéndose en un actor clave de la recuperación económica de la Eurozona.
Para aprovechar plenamente esta oportunidad, Italia tendrá que centrarse en reformas estructurales que mejoren la competitividad y la innovación, aprovechando al máximo los fondos europeos y promoviendo un entorno propicio a la inversión.
Sólo así podrá consolidar su crecimiento y contribuir a una Europa más equilibrada y próspera.  

Alessandro Fiorentino