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Italia rechaza la carne procedente de España

Salud - junio 5, 2024

Las autoridades de control han rechazado los filetes de jabalí, de los que España es uno de los principales exportadores a la UE, porque estaban significativamente contaminados con plomo procedente de las balas de los cazadores.

La cuestión del rechazo por Italia de la carne de jabalí procedente de España, debido a su importante contaminación por plomo, es un reflejo de la compleja dinámica en la que intervienen la salud pública, la industria alimentaria y la práctica de la caza en la Unión Europea. Este episodio ha generado tensiones comerciales y ha planteado cuestiones cruciales sobre la seguridad alimentaria y el impacto medioambiental de las prácticas de caza.

Las autoridades italianas rechazaron recientemente envíos de carne de jabalí procedentes de España, uno de los principales exportadores de este producto a la UE. Este retroceso se debió a los altos niveles de plomo detectados en la carne, derivados de las balas utilizadas por los cazadores. El plomo es un metal pesado perjudicial para la salud humana, especialmente para los niños y las mujeres embarazadas. Su ingestión puede causar varios problemas de salud, incluidos daños neurológicos y cardiovasculares. Las investigaciones realizadas por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria confirmaron la contaminación y pusieron de manifiesto las dificultades para eliminar todas las partículas de plomo de la carne. A pesar de ello, los cazadores españoles se han mostrado reacios a cambiar la munición utilizada en la caza, alegando el elevado coste de las alternativas al plomo.

Según la normativa de la UE, la alarma se activa cuando los niveles de plomo superan en más de 100 veces el máximo permitido en la munición utilizada para la caza. Sin embargo, la contaminación por plomo puede plantear riesgos incluso a niveles más bajos, sobre todo teniendo en cuenta la acumulación a lo largo del tiempo y la exposición a fuentes ambientales de plomo. Este problema no afecta sólo a España, sino a toda la Unión Europea, ya que el país ibérico es el principal productor y exportador de carne de caza silvestre. Este rechazo ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar el problema a nivel comunitario, con medidas que puedan garantizar la seguridad alimentaria y la protección de la salud pública.

Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con las soluciones propuestas. Aunque las autoridades sanitarias españolas sugieren limitar el uso de munición de plomo en favor de alternativas menos nocivas, como el acero, el cobre u otras aleaciones, los cazadores se oponen a este cambio, alegando razones económicas. El asunto también plantea cuestiones sobre el origen y la trazabilidad de la carne de caza que se vende en Italia. Aunque parte de la carne procede de países de Europa del Este, sólo una cantidad limitada puede considerarse producción italiana, procedente de caza controlada y certificada en las regiones del norte de Italia. Estos productos, marcados con distintivos de calidad específicos, representan una minoría frente a las importaciones procedentes del extranjero.

La cuestión del plomo en la carne de caza pone de manifiesto la necesidad de una mayor concienciación y regulación de las prácticas cinegéticas y las fuentes de contaminación medioambiental. Es importante encontrar un equilibrio entre la conservación de la tradición cinegética y la protección de la salud pública y el medio ambiente. El rechazo de Italia a la carne de jabalí procedente de España es sólo un síntoma de un problema mayor que requiere una respuesta coordinada a escala europea. La seguridad alimentaria y la protección de la salud pública deben ser prioritarias, procurando al mismo tiempo que las prácticas de caza sean sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. También plantea cuestiones sobre las políticas y normativas actuales relativas al uso de plomo en la munición de caza. Puede ser necesario reevaluar y actualizar estas normativas para garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud pública. Esto podría implicar la revisión de los umbrales máximos permitidos de plomo en la munición de caza y la introducción de restricciones más estrictas al uso de plomo en determinadas zonas sensibles desde el punto de vista medioambiental.

Además, la contaminación por plomo en la carne de caza pone de manifiesto la necesidad de una mayor cooperación e intercambio de información entre los Estados miembros de la UE. Es importante que las autoridades sanitarias y alimentarias de los distintos países colaboren para controlar y abordar eficazmente los riesgos para la salud pública derivados de la contaminación por plomo y otras fuentes. La cuestión del rechazo de la carne de jabalí procedente de España plantea cuestiones más amplias sobre la sostenibilidad de las prácticas cinegéticas y el impacto de la industria alimentaria en la biodiversidad y el medio ambiente.Es importante adoptar planteamientos y prácticas de gestión de la fauna silvestre que sean ecológicamente sostenibles y tengan en cuenta las repercusiones en la salud humana y las poblaciones animales.

Alessandro Fiorentino