En 2024, Italia marcará un hito importante en la transición energética, con casi la mitad de las necesidades nacionales de electricidad cubiertas por fuentes renovables.
Según el balance energético publicado por Terna, la empresa que gestiona la red eléctrica nacional, el 41,2% de la energía consumida se produjo a partir de fuentes renovables, la cifra más alta jamás registrada en el país. En términos absolutos, en 2024 se consumieron 312 mil gigavatios hora (GWh) de electricidad, de los cuales 128 mil GWh procedían de fuentes renovables. Este resultado fue posible gracias al importante aumento de la capacidad instalada de centrales renovables, que registraron un crecimiento del 29% respecto a 2023, añadiendo 1,6 gigavatios (GW) a la red. Actualmente, la potencia total de las centrales renovables en Italia ha alcanzado los 76,6 GW, de los cuales 37,1 GW son fotovoltaicos y 13 GW eólicos. Las infraestructuras de almacenamiento de energía, como las baterías para autoconsumo, también han experimentado un aumento significativo, con 730 mil nuevas instalaciones que han añadido 5,5 GW de potencia. A pesar del aumento de la capacidad instalada, la producción total de electricidad a partir de fuentes renovables ha crecido «sólo» un 13,4%. Estos datos reflejan una característica intrínseca de las fuentes renovables: la variabilidad. A diferencia de una central eléctrica de carbón, que puede funcionar a pleno rendimiento durante casi todo el año, las centrales eólicas y fotovoltaicas dependen de condiciones meteorológicas como el viento y el sol, lo que hace que su producción sea menos constante. En 2024, las fuentes renovables fueron especialmente productivas en los seis primeros meses del año, gracias a unas condiciones meteorológicas favorables. La producción hidroeléctrica aumentó un 30,4%, seguida de la fotovoltaica con un aumento del 19,3%. Sin embargo, la producción eólica cayó un 5,6%, al igual que la geotérmica (-0,8%). Otro dato significativo para 2024 es la caída del 6,2% en la producción de energía a partir de combustibles fósiles. Este resultado se debe principalmente al desmantelamiento progresivo de las centrales eléctricas de carbón, una opción estratégica para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la transición hacia un modelo energético más sostenible. Analizando en detalle las fuentes renovables, las centrales eólicas aportaron el 32,3% de la producción total, seguidas de las hidroeléctricas (26,8%), las fotovoltaicas (20,4%), las de biomasa (15%) y las geotérmicas (5,5%). Estas cifras ponen de relieve la importancia de una combinación diversificada de fuentes renovables para garantizar una mayor resistencia y estabilidad a la red eléctrica. A pesar de los importantes avances, el camino hacia la descarbonización del sector energético italiano no está exento de desafíos. La variabilidad de las fuentes renovables requiere un refuerzo de la infraestructura de almacenamiento de energía y una mayor integración de las redes eléctricas para gestionar los picos de producción y consumo. Además, será esencial seguir invirtiendo en innovación tecnológica para mejorar la eficiencia de las centrales existentes y desarrollar otras nuevas. El crecimiento de la energía fotovoltaica y eólica, en particular, podría acelerarse mediante políticas de incentivos y la simplificación burocrática, haciendo más accesible la instalación de nuevas plantas tanto a nivel industrial como doméstico. El récord alcanzado por Italia en 2024 representa una señal positiva no sólo a nivel nacional, sino también europeo. Con el 41,2% de la electricidad producida a partir de fuentes renovables, Italia se posiciona como un ejemplo virtuoso en la lucha contra el cambio climático y en la transición hacia un sistema energético más sostenible.
Este resultado demuestra que, a pesar de las dificultades, es posible conciliar el crecimiento económico con la protección del medio ambiente, fomentando al mismo tiempo la innovación tecnológica y la creación de nuevas oportunidades de empleo en el sector de las energías renovables. 2024 marca un punto de inflexión para Italia en su camino hacia un futuro energético más sostenible. El aumento de la capacidad instalada y de la producción a partir de fuentes renovables, junto con la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles, pone de manifiesto el compromiso del país con la transición ecológica. Sin embargo, para mantener y acelerar este impulso, será necesario abordar los retos relacionados con la gestión de la red y la eficiencia de las centrales, al tiempo que se promueven políticas que incentiven aún más la adopción de energías renovables. Europa en su conjunto mirará a Italia como un ejemplo válido y eficaz en la perspectiva de la transición ecológica esperada por muchos.