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Jóvenes y Educación, el Grado Europeo: Tres Iniciativas de la Comisión Europea

Cultura - mayo 29, 2024

Europa se está centrando en los jóvenes, mirando hacia el futuro y diseñando rutas para que su camino sea fluido y lleno de oportunidades. El compromiso de las instituciones europeas, en este sentido, se refiere a la implicación de las niñas y las jóvenes en el mundo de la política, tanto en los aspectos sociales como en la formación. En este caso concreto, la Comisión Europea presentó hace unas semanas un paquete de medidas centradas en la posibilidad de una licenciatura europea que allanaría el camino «para un nuevo tipo de programa conjunto, basado en un conjunto común de criterios acordados a escala de la UE», según subrayan las instituciones en una nota. Por tanto, la Comisión tiene previsto poner en marcha, ya en 2025, «proyectos europeos de itinerarios de titulación» en el marco del programa Erasmus+ (que, para el periodo 2021-2027, puede contar con un presupuesto de 27.000 millones de euros).

 

Las tres iniciativas europeas de titulación

Contextualizando la intervención, en septiembre de 2020 llegó la comunicación de la Comisión sobre la realización del Espacio Europeo de Educación en la que se establecía que, para 2025, se adoptarían medidas para facilitar la realización de titulaciones conjuntas por parte de las alianzas de educación superior. Al año siguiente, la comunicación fue aprobada por el Consejo.

Por tanto, el paquete presentado a finales del pasado mes de marzo ya había sido anunciado por la Presidenta von der Leyen en su discurso sobre el Estado de la Unión 2023 y forma parte del programa de trabajo de la Comisión para 2024.

El plan para un diploma europeo se basa en seis proyectos piloto Erasmus+ en los que participan más de 140 instituciones de enseñanza superior de toda la UE.

Un programa: así es como el ejecutivo define el paquete de medidas para equiparar las titulaciones. Como explica la Comisión, se trata de un expediente definido como ventajoso para los estudiantes, pero no sólo: en primer lugar, porque facilitaría la movilidad entre un país y otro; en segundo lugar, también simplificaría la selección para los empresarios, ofreciéndoles así la posibilidad de contratar personal más fácilmente. Además, explica el ejecutivo, de este modo también se reforzaría la competitividad de Europa, si nos referimos a la demanda del mercado laboral.

El paquete incluye tres iniciativas que analizan y abordan enérgicamente todas aquellas barreras legales y administrativas que no permiten el establecimiento de programas competitivos de titulaciones conjuntas de grado, máster o doctorado. No obstante, hay que señalar que las iniciativas mencionadas se han propuesto para respetar plenamente la autonomía de las universidades, así como la competencia de los países de la UE y de las administraciones regionales en materia de enseñanza superior.

Dicho esto, la intención del paquete es clara: definir una red que interconecte sin trabas a quienes están en proceso de obtener un título o ya lo han obtenido, y evitar que se vean constreñidos en sus decisiones por una burocracia limitadora.

En este sentido, la primera iniciativa del paquete se refiere a la realización de un plan europeo de diplomas que defina una vía concreta para la cooperación entre los países de la UE y el sector de la enseñanza superior, como deja claro la Comisión. Teniendo en cuenta la diversidad de los sistemas europeos de enseñanza superior, optará por lo que se denomina un enfoque gradual con dos posibles puntos de entrada:

  • Se concede una etiqueta preparatoria europea a los programas conjuntos que cumplen los criterios europeos propuestos. Los estudiantes también recibirán un certificado del Sello Europeo de Diplomas junto con el diploma conjunto.
  • Un diploma europeo: por tanto, un nuevo tipo de título sancionado por la legislación nacional, expedido conjuntamente por varias universidades o por una entidad jurídica común establecida por ellas, y reconocido automáticamente.

En cuanto a las otras dos medidas, hay que perfeccionarlas, pero en general, una pretende mejorar los procesos de garantía de calidad y el reconocimiento automático de las titulaciones de enseñanza superior y la otra pretende hacer más atractivas y sostenibles las carreras académicas.

Sobre la cuestión de la calidad y el reconocimiento automático, la Comisión, a través de su propuesta de recomendación, invita a los Estados miembros y a las instituciones de enseñanza superior a simplificar y mejorar sus procesos y prácticas de garantía de la calidad. Se refiere concretamente a las condiciones necesarias para garantizar la responsabilidad y la confianza, y para mejorar el rendimiento de las propias universidades. La recomendación, explica además la Comisión en una nota oficial, apoyaría las ofertas pedagógicas innovadoras y permitiría a los centros de enseñanza superior crear programas transnacionales de calidad certificada reconocidos automáticamente en toda la UE.

La recomendación -propuesta por el Consejo- sobre carreras más atractivas y sostenibles en la enseñanza superior tiene por objeto garantizar que el personal que participa en actividades educativas transfronterizas -utilizando métodos pedagógicos innovadores- obtenga el reconocimiento y la recompensa que merece. En resumen, pretende garantizar que todos los sistemas nacionales de enseñanza superior aborden las cuestiones críticas del reconocimiento desigual inherente a las distintas funciones que puede asumir el personal. También pretende facilitar y fomentar la promoción de actividades educativas transnacionales.

 

El apoyo de la Comisión y las palabras de Schinas: una gran oportunidad para los jóvenes

Sin embargo, la Comisión Europea apoyará activamente el trabajo de los países de la UE en la elaboración adecuada de un diploma europeo. Entre las acciones previstas se encuentra un Laboratorio Europeo de Políticas sobre el Diploma, que se creará en 2025 y contará con el apoyo del programa Erasmus+, cuyo objetivo es implicar a los Estados miembros y a la comunidad de la enseñanza superior en la elaboración de directrices para un diploma europeo.

El programa también fue bien acogido por la Asociación de Universidades Europeas, que expresó una opinión positiva, pero también dejó claro que el éxito de la iniciativa «depende ante todo de la aplicación, en toda Europa, de los instrumentos y medios relacionados con los programas conjuntos que ya existen».

De hecho, durante la rueda de prensa del 27 de marzo, la prensa indagó varias veces sobre la viabilidad de la iniciativa, formulando preguntas concretas a Schinas, Vicepresidente de la Comisión Europea para la Promoción de Nuestro Estilo de Vida Europeo, y a Iliana Ivanova, Comisaria de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud. Se plantearon algunas preocupaciones, por ejemplo, sobre la posibilidad de que el programa se convirtiera en elitista, sobre todo porque para obtener un título, los estudiantes tendrían que estudiar en universidades registradas en al menos dos Estados miembros diferentes, pero no se proporcionaría financiación adicional para apoyar esta actividad.

El canal de televisión Euronews profundizó en la cuestión preguntándose si la forma en que está estructurada la intervención excluiría a los alumnos de entornos socioeconómicos menos acomodados. «En contra de la idea elitista, el programa es inclusivo y está abierto a cualquiera, a cualquier universidad, de cualquier Estado miembro», respondió Ivanova.

Por lo tanto, debe ser un esfuerzo inclusivo destinado a unir y no a resaltar las discrepancias sociales y culturales. También hay que considerar el acceso al fondo Erasmus+, gracias al cual, según Schinas, las estudiantes tendrán acceso a esta oportunidad. Una posibilidad que debe abordarse con análisis y datos en la mano: hay que educar a los jóvenes precisamente para que puedan percibir plenamente las posibilidades que podría ofrecer este nuevo enfoque.

 

Los próximos pasos de la iniciativa

Durante los próximos meses, es decir, antes de que acabe el año, el paquete pasará por el Consejo de la Unión Europea y se debatirá en sinergia con las principales partes interesadas del sector de la enseñanza superior. Sin embargo, antes de que la burocracia siga su curso, la Comisión, impulsora de la propuesta, lanza una sentida invitación -dirigida al Consejo, a los Estados miembros, a las universidades, a los estudiantes y a los interlocutores económicos y sociales- a reflexionar sobre cómo el diploma europeo puede aportar nuevas conexiones y facilitar el movimiento y las opciones vitales.