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Los préstamos nacionales de los bancos al sector privado en los países bálticos son inferiores a la media de la UE

Comercio y Economía - junio 1, 2024

En la última década, los Estados miembros de la UE se han enfrentado a una serie de retos importantes, empezando por la crisis financiera mundial de 2008, que tuvo un profundo impacto en la economía de la UE. La interconectividad entre la economía y el sector financiero facilitó la propagación de la crisis financiera de Estados Unidos a Europa, creando un efecto dominó. La UE se enfrentó inicialmente a la Gran Recesión de 2008-2009, seguida de la crisis de la deuda soberana en varios Estados miembros, siendo el caso más sonado el de Grecia.

Estas crisis combinadas tuvieron importantes consecuencias para el crecimiento económico, la inversión, el mercado laboral y las medidas fiscales adoptadas por los gobiernos de muchos países de la UE. En respuesta a las crisis, la UE aplicó medidas a corto plazo, como medidas de ayuda financiera para rescatar a los bancos de la quiebra y reformas para subsanar las deficiencias. A más largo plazo, se han realizado esfuerzos para mejorar la capacidad de resistencia, como el fortalecimiento de la estabilidad del sector financiero, el refuerzo de la gobernanza económica y la realización de reformas estructurales. Además, la pandemia de COVID-19, que ha afectado significativamente al sistema bancario europeo, ha traído consigo tanto retos como oportunidades. Los bancos europeos se han enfrentado a una disminución de sus beneficios debido a la reducción de la demanda y a las intervenciones gubernamentales en el mercado de capitales. Al mismo tiempo, podemos decir que también hubo un lado positivo, en el sentido de que se aceleró el proceso de digitalización en el sector de las instituciones financieras europeas. La última década también ha traído consigo un aumento de los riesgos geopolíticos y de las vulnerabilidades del sector bancario. Es bien sabido que el sector bancario tiene que abordar cuestiones como los ciberataques contra instituciones financieras, los préstamos dudosos relacionados con la energía y el impacto de las fluctuaciones de los precios de la energía en la calidad de los préstamos, los cambios estructurales de la economía de la zona del euro que afectan a los bancos y los riesgos interconectados entre los mercados energéticos y las instituciones financieras. A pesar de estas incertidumbres, sigue habiendo áreas claras en las que el sector bancario continuará el proceso de transformación: gestión del riesgo geopolítico, presión regulatoria y cumplimiento, digitalización y FinTech, implantación de un modelo de negocio sostenible, como la integración de consideraciones medioambientales, sociales y de gobernanza en las operaciones y procesos de toma de decisiones de las instituciones financieras.

El sistema bancario europeo marcado por la estricta normativa de la UE

La transformación del sector bancario en la Unión Europea y Europa del Norte está marcada por una serie de acontecimientos significativos que han reconfigurado el panorama financiero regional. Por eso, en los últimos años, la integración económica y la estricta normativa de la UE, junto con los rápidos avances tecnológicos, han impulsado a los bancos a adoptar nuevos modelos de negocio, mejorar la eficiencia operativa e innovar en los servicios que ofrecen. En particular, como ya se ha mencionado, la digitalización ha tenido un impacto muy fuerte, que ha llevado al desarrollo y la adopción generalizada de la banca online y móvil. Estos cambios también han tenido consecuencias importantes para la competencia en el sector bancario de los Estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania). Los mercados bancarios de estos países que cotizan en bolsa se han diversificado mucho y, por tanto, son mucho más competitivos, influidos tanto por los bancos internacionales como por los agentes locales innovadores.

La consolidación financiera y la entrada de nuevos actores que ofrecen servicios financieros, como las fintech, han aumentado la competencia, llevando a los bancos tradicionales a revisar sus estrategias. Esto ha obligado a los bancos tradicionales a adaptarse a las nuevas condiciones competitivas del mercado. Estos avances han contribuido a mejorar la calidad de los servicios para los consumidores y a aumentar la accesibilidad de los productos financieros, pero también han planteado retos relacionados, en primer lugar, con la ciberseguridad y, en segundo lugar, con la normativa correspondiente. Las recientes turbulencias en el sector bancario mundial han amplificado los retos de la política monetaria y la inflación, complicando aún más la situación económica ya afectada por la pandemia, el conflicto desencadenado hace dos años por Rusia en Ucrania y el alarmante aumento de la inflación. Los bancos desempeñan un papel clave en el crecimiento económico proporcionando capital y servicios financieros, apoyando así el desarrollo de la comunidad.

¿Cuál es el papel de los bancos en el desarrollo económico?

Según el estudio encargado por el Partido ECR, se identificaron cinco factores que desempeñan los bancos en la economía (financiación de proyectos de infraestructuras, fomento de la inclusión financiera, apoyo al comercio internacional, apoyo a las pequeñas empresas, fomento del ahorro y la inversión).

Se sabe que los bancos apoyan el crecimiento económico financiando proyectos de infraestructuras clave, como carreteras, puentes y aeropuertos, que inevitablemente crean puestos de trabajo e impulsan la productividad al mismo tiempo. Otro papel que desempeñan los bancos es promover el acceso a los servicios financieros para todos los grupos de ingresos y ubicaciones geográficas, reduciendo así la pobreza y apoyando el desarrollo económico. Al proporcionar cartas de crédito y financiación del comercio, los bancos facilitan las transacciones transfronterizas, fomentando la cooperación mundial. Los bancos proporcionan capital y servicios financieros a las pequeñas empresas, que son motores de las economías locales y regionales, creando puestos de trabajo y estimulando el crecimiento económico. Al ofrecer cuentas de ahorro y productos de inversión, los bancos ayudan a particulares y empresas a crear riqueza y a planificar el futuro, estimulando así el crecimiento económico.

¿Cuáles son los factores internos y externos que influyen en el rendimiento de los bancos?

El estado de desarrollo del sistema financiero, la política monetaria y fiscal, la competencia (hablamos de una competencia sana), las políticas de importación y exportación, el nivel general de renta y el acceso al mercado monetario pueden considerarse factores económicos externos. Por otra parte, el aumento de los precios de la energía ha sido el principal factor que ha llevado a una inflación récord del 9,6% en los países de la UE y del 8,6% en la zona euro en junio de 2022. El Banco Central Europeo (BCE) elevó su tipo de interés oficial al 0,5% en julio de 2022, la primera subida desde marzo de 2016, y siguió subiéndolo casi mensualmente hasta el 4,5% en diciembre de 2023. La elevada inflación ha hecho subir los tipos hipotecarios en Europa, afectando al coste de la vida. Los tipos hipotecarios aumentaron significativamente en 2022, duplicándose en muchos países. En Hungría, el tipo hipotecario medio alcanzó casi el 10% en el primer trimestre de 2023, frente a alrededor del 3,5% en 2022. Un dato muy positivo es que los países nórdicos consiguieron mantener los tipos hipotecarios más bajos gracias a la estabilidad financiera. La digitalización y la competencia de las entidades no bancarias han llevado a una mayor penetración de la banca online, con una menor necesidad de sucursales físicas y cambios estructurales en el empleo bancario. Las entidades no bancarias exclusivamente digitales están ganando terreno al asociarse con bancos tradicionales y ampliar sus servicios.

La transformación de la banca en Europa

El proceso de transformación del sector bancario europeo está influido por factores externos como los riesgos geopolíticos, las presiones reguladoras y la digitalización. Los bancos tienen que adaptarse a las nuevas tecnologías e implantar modelos de negocio sostenibles. ¿Qué significa adoptar criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG)? Los bancos están integrando criterios ASG en los servicios financieros, como reflejo de su responsabilidad de forjar un futuro sostenible, y la Autoridad Bancaria Europea (ABE) ha lanzado directrices sobre la gestión del riesgo ASG.

La competencia en el sector bancario nórdico: Bancos, propietarios y modelos de negocio

En los países bálticos, la transición de una economía planificada a una economía de mercado ha llevado a la liberalización de los sistemas financieros y a la eliminación de las restricciones para los inversores extranjeros en los mercados bancarios. Desde entonces, la proporción de bancos propiedad de inversores extranjeros no ha dejado de aumentar, contribuyendo y configurando significativamente el panorama del sector bancario en la región. En los primeros años, el capital extranjero procedía principalmente de los países escandinavos y Alemania, y más tarde también de América. Por ejemplo, en Estonia, la entrada de accionistas (capital) extranjeros fue más rápida que en Lituania y Letonia. Así, a finales de los años 90, los bancos de propiedad extranjera representaban cerca del 90% de todos los activos bancarios. En Lituania, la entrada masiva de capital extranjero se produjo más tarde, pero en 2002 los bancos extranjeros poseían más del 90% de los activos bancarios. En Letonia, la presencia de capital extranjero fue menor, situándose en torno al 80% en 2022.

Según el estudio del ECR, los modelos de negocio de los bancos de los países bálticos han evolucionado de forma diferente. Lituania, por ejemplo, se ha centrado en los clientes nacionales, ofreciendo una amplia gama de servicios bancarios universales para empresas y particulares, principalmente a través de bancos suecos. En Letonia, el modelo bancario se ha visto influido por factores históricos y geopolíticos, y el sector bancario consta de dos segmentos principales: servicios para clientes nacionales, dominados por filiales de grandes bancos escandinavos, y servicios para clientes internacionales, ofrecidos principalmente por bancos letones locales. Letonia se ha posicionado como centro financiero internacional para Rusia y la Comunidad de Estados Independientes, atrayendo importantes depósitos internacionales. Estonia siguió un modelo de negocio intermediario, similar al de los bancos lituanos, centrándose en prestar servicios a empresas y hogares estonios o relacionados con Estonia. La entrada de inversores extranjeros estratégicos en los mayores bancos bálticos ha hecho que el sector sea más resistente a los choques externos, pero ha planteado la cuestión de la competencia bancaria. En 2022, el 90% de los activos bancarios en Lituania, el 85% en Estonia y el 76% en Letonia estaban en manos de bancos cuyos principales accionistas eran extranjeros. El nivel de concentración de activos bancarios era significativamente superior a la media de la UE, lo que indica una menor competencia. Entre 1999 y 2008, el sector de las entidades de crédito de la UE creció considerablemente, pero tras la crisis financiera mundial, el número de oficinas bancarias y de empleados disminuyó. En los países bálticos, el número de sucursales y empleados aumentó inicialmente, pero disminuyó rápidamente tras la crisis debido a los despidos masivos. Este descenso refleja, entre otras cosas, la transición a la digitalización y una mayor eficiencia.

En los países bálticos, los préstamos internos de los bancos al sector privado son sistemáticamente inferiores a la media de la UE. A pesar de los recursos disponibles, las prácticas crediticias conservadoras y la escasa competencia han mantenido altos los tipos de interés. En términos de rentabilidad y eficiencia, los países bálticos presentaban mejores indicadores que la media de la UE, con un alto rendimiento de los fondos propios (ROE) y margen de interés neto (NIM). Sin embargo, la relación coste-ingresos (CIR) era más baja, lo que sugiere una menor competencia y unos riesgos potencialmente mayores en la región. Es bien sabido que la movilidad de los clientes es un factor clave para la competencia. En los países de la UE, la movilidad de los clientes fue del 29% entre 2017 y 2022, y del 38% en Suecia, pero en Lituania y Letonia el cambio de proveedor hipotecario fue mucho menos frecuente. La baja movilidad de los clientes puede estar influida por factores culturales u otros específicos del mercado local.

La historia de dos mercados: La banca sueca en los Países Bálticos y Suecia

La rentabilidad es el principal indicador del éxito de un banco. Existe la percepción de que los bancos suecos de la región báltica ganan más que en Suecia. Este estudio analiza los indicadores financieros de los bancos suecos SEB y Swedbank en todos los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) y en Suecia, basándose en datos financieros anuales de 2005 a 2023. El estudio examina el rendimiento de los fondos propios (ROE), el rendimiento de los activos (ROA), el margen de interés neto (NIM) y la relación coste-ingresos (CIR) para evaluar la dinámica competitiva del sector bancario en estas regiones. Los datos se obtuvieron de la base de datos Orbis (2024) de Moody’s. Mediante pruebas estadísticas, se compararon los resultados financieros de los bancos en distintas combinaciones de países.

El rendimiento de los fondos propios (ROE) es un indicador que refleja el rendimiento de los fondos propios del banco. En marzo de 2023, el ROE de los países nórdicos era de los más altos de Europa. El análisis demostró que, a largo plazo, el ROE en Suecia es significativamente mayor que en Estonia. Las diferencias insignificantes entre los países bálticos y Suecia sugieren un uso eficiente del capital invertido por SEB y Swedbank en todas las regiones, debido a la gestión estratégica del capital y a la normalización de las operaciones.

El rendimiento de los activos(ROA) indica la rentabilidad del banco en relación con los activos totales. El estudio encontró diferencias significativas entre Suecia y los países bálticos, siendo el ROA mayor en la región báltica. Los valores más altos de ROA se registraron en Estonia, y Swedbank tuvo un ROA superior al de SEB en todos los países. Esto podría deberse a una base de activos mayor y potencialmente menos rentable en Suecia en comparación con los países bálticos.

El Margen Neto de Intereses (MNI ) es la diferencia entre los ingresos por intereses y los gastos por intereses. En los países bálticos, el NIM fue significativamente más alto que en Suecia, lo que sugiere que los bancos ganan más con los diferenciales de los tipos de interés. En Letonia se registraron los valores más elevados de TIN, probablemente debido a unos tipos de interés más altos en los préstamos.

El Ratio Coste-Ingresos (RCI ) mide la eficacia de la gestión de los gastos en relación con los ingresos. En Suecia, el CIR fue significativamente más alto que en Estonia, moderadamente más alto que en Letonia y ligeramente más alto que en Lituania, lo que indica una estructura de costes más alta en Suecia. Los resultados sugieren que SEB y Swedbank gestionan los costes de forma más eficiente en los países bálticos. El análisis muestra que, aunque los bancos suecos tenían valores de NIM y ROA más altos en la región báltica, las diferencias en el CIR y otros factores influyen en la rentabilidad global. En futuras investigaciones se estudiará, mediante entrevistas a expertos, el desarrollo del sector bancario letón en el contexto báltico y del norte de Europa, para comprender los futuros retos y oportunidades de los servicios financieros en esta región.

Los autores de la investigación encargada por el Partido ECR son: Prof. Dr. Gundars Bērziņš, Universidad de Letonia; Prof. Dr. Ramona Rupeika – Apoga, Universidad de Letonia; Prof. Dr. Jānis Priede, Universidad de Letonia; Mg. soc. Elmārs Kehris, Asociación de Economistas de Letonia. El estudio recibió apoyo financiero parcial del Parlamento Europeo.