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El Parlamento Europeo aprobó definitivamente en Estrasburgo las diez medidas que componen el nuevo Pacto sobre Migración y Asilo. Este resultado, que pendió de un hilo hasta el último momento, se produjo después de tres años de esfuerzos por alcanzar un difícil acuerdo entre los Estados miembros. Durante la consulta sobre el llamado procedimiento fronterizo, hubo protestas en la cámara, con algunos manifestantes instando a los diputados a votar en contra de la normativa.
El nuevo Pacto: ¿Qué cambia?
Los nueve documentos legislativos, apoyados cada uno por diez votos, obtuvieron la aprobación de la mayoría relativa del Parlamento de Estrasburgo. Estas disposiciones se concibieron para facilitar la acogida de los solicitantes de asilo y agilizar los procesos de repatriación de quienes no tienen derecho a permanecer en Europa. Entre los principios fundamentales del acuerdo figura la posibilidad de que los Estados miembros de la UE acojan a los inmigrantes, así como la puesta en marcha de un nuevo sistema de respuesta a las crisis.
Solidaridad y responsabilidad: Los Estados miembros de la UE tendrán la opción de participar en la gestión de los flujos migratorios acogiendo a una parte de los solicitantes de asilo o beneficiarios de protección internacional que lleguen a los países más expuestos a las presiones migratorias. Esto podría hacerse mediante contribuciones financieras o apoyo operativo. Se revisarán las «normas de Dublín», que determinan el país responsable de examinar las solicitudes de asilo.
Gestión de crisis: El Reglamento establece un mecanismo para responder a los aumentos repentinos de los flujos migratorios, proporcionando apoyo a los Estados miembros de la UE que se enfrentan a una afluencia masiva de personas procedentes de terceros países. Las nuevas normas también abordan el abuso de los migrantes por parte de agentes hostiles que pretenden desestabilizar a los 27 Estados miembros.
Control en las fronteras de la UE: Las personas que cumplan los requisitos para entrar en la Unión se someterán a un control previo de hasta siete días de duración. Este proceso incluye la identificación, la recogida de datos biométricos y controles sanitarios y de seguridad. Para garantizar el respeto de los derechos fundamentales, cada Estado miembro establecerá mecanismos de control independientes.
Aceleración de los procedimientos de asilo: Se introducirá en toda la Unión un nuevo procedimiento de reconocimiento y revocación de la protección internacional, con el objetivo de agilizar la tramitación de las solicitudes de asilo en las fronteras, con plazos más estrictos para las peticiones infundadas o inadmisibles.
Reglamento Eurodac: Los datos de las personas que entren irregularmente en la Unión se almacenarán en la base de datos actualizada Eurodac, incluidas las huellas dactilares y las fotografías de las personas mayores de seis años. Las autoridades también podrán denunciar a personas peligrosas o amenazantes por motivos de seguridad.
Atribución de cualificaciones: Todos los Estados miembros deberán seguir nuevas normas comunes para reconocer el estatuto de refugiado o de persona bajo protección internacional. Los países de la Unión evaluarán la situación en los países de origen de los inmigrantes basándose en la información de la Agencia de Asilo de la UE. La condición de refugiado será objeto de comprobaciones periódicas.
Acogida de los solicitantes de asilo: Los Estados miembros de la UE deben garantizar normas uniformes de acogida de los solicitantes de asilo, permitiéndoles trabajar en los seis meses siguientes a la presentación de su solicitud. También se regularán las condiciones de detención y la libertad de circulación para desincentivar los desplazamientos entre países de la UE.
Acceso seguro y legal a Europa: A los refugiados reconocidos por la ONU se les garantizará un acceso organizado y seguro a la Unión Europea.
Ecr parcialmente satisfecho
«Mejorar la situación actual: ésta es la única razón para votar a favor de algunas de las normas del nuevo pacto. Algunos pasos en la buena dirección. Pocos, pero significativos. Con la esperanza de continuar por este camino con mayor determinación en la próxima legislatura europea», declaró el copresidente del grupo ECR, Nicola Procaccini (Fdi), durante la minisesión plenaria celebrada en Bruselas. Es necesario frenar las salidas colaborando con los países de origen y tránsito de los inmigrantes «estableciendo primero quién tiene derecho a entrar en Europa y quién no», aclara. «Es la única solución estructural posible, incluso ayudando a las naciones en desarrollo a eliminar las causas de la emigración. Es lo que intentamos hacer comprender desde hace años a la izquierda, a la que le gustaría dejar entrar indiscriminadamente a todo el mundo, darles luego el derecho de voto y suplantar así la voluntad de nuestras poblaciones.» «La disminución del 71% de los desembarcos en Italia -añade- y la drástica reducción de las muertes en el mar confirman la eficacia de la opción del gobierno de Meloni de impedir las llegadas, trabajando con paciencia y determinación en la dimensión exterior de las fronteras europeas. Por desgracia, se ha perdido mucho tiempo y es difícil profundizar en los detalles de la nueva normativa a pocas semanas de la votación, pero eso es lo que hay que hacer y eso es lo que haremos algunos de nosotros», concluye.