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Paralización del gas ruso procedente de Ucrania

Energía - enero 2, 2025

Europa confía en cuatro rutas alternativas

El cese definitivo del tránsito de gas ruso a través de Ucrania representa un cambio importante en el panorama energético europeo. Tras la expiración del contrato de cinco años entre Kiev y Moscú, firmado en 2019, la Comisión Europea declaró que la Unión Europea está bien preparada para afrontar este nuevo reto. Gracias a la planificación estratégica y a la diversificación de las fuentes de suministro, la UE está preparada para mitigar el impacto de la decisión. El cese del tránsito de gas ruso a través de Ucrania fue confirmado tanto por Moscú como por Kiev en declaraciones separadas. Este acontecimiento marca un nuevo deterioro de las relaciones entre ambos países y subraya el deseo de Europa de reducir la dependencia de los suministros energéticos rusos. En el pasado, Ucrania era una de las principales rutas del gas ruso hacia Europa, con volúmenes superiores a 130.000 millones de metros cúbicos al año. Hoy, ese tránsito se ha eliminado. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, calificó este hecho de «una de las mayores derrotas de Moscú», poniendo de relieve el «chantaje energético» de Rusia a lo largo de los años. Para hacer frente a la interrupción, la Unión Europea ha identificado cuatro rutas alternativas principales para asegurar el suministro de gas: Las terminales de gas natural licuado (GNL) de Alemania desempeñan un papel crucial. La capacidad de regasificación alemana le permite recibir volúmenes significativos de países productores como Estados Unidos, Qatar y Noruega. Los puertos griegos, gracias a su situación estratégica, ofrecen acceso directo al GNL del Mediterráneo Oriental y Oriente Medio, reforzando la resistencia energética del sureste de Europa. Italia, con sus terminales de GNL y el Gasoducto Transadriático (TAP), puede canalizar gas desde Azerbaiyán y el norte de África hasta el corazón de Europa. Polonia contribuye con la terminal de Świnoujście y el Baltic Pipe, que transporta gas noruego. Turquía, aunque todavía no es un actor importante, podría convertirse en un gran centro energético en el futuro. La portavoz de la Comisión Europea reiteró que la infraestructura energética europea es lo bastante flexible como para garantizar la distribución de gas no ruso a los países más afectados por la interrupción, en particular los de Europa Central y Oriental. Esta flexibilidad es el resultado de importantes inversiones en la diversificación de las fuentes y la mejora de las redes de interconexión. A pesar de las garantías sobre la seguridad del suministro, el mercado europeo ha reaccionado con preocupación. Por primera vez desde octubre de 2023, los precios del gas natural han alcanzado los 50 euros por megavatio hora. Este aumento se atribuye tanto al fin del tránsito por Ucrania como a la llegada de las temperaturas invernales. El ministro italiano de Medio Ambiente y Seguridad Energética, Gilberto Pichetto, aseguró que Italia ha tomado todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad energética del país. «Los almacenamientos de gas están completamente llenos desde el 1 de noviembre», dijo, y añadió que se están realizando nuevas evaluaciones para maximizar las reservas y afrontar el invierno con serenidad. El fin del gas ruso a través de Ucrania es un punto de inflexión histórico y un recordatorio de la importancia de la diversificación energética. La Unión Europea, consciente de las lecciones aprendidas de la crisis energética desencadenada por la guerra de Ucrania, está acelerando la transición hacia fuentes de energía renovables y sostenibles, reduciendo progresivamente la dependencia de los combustibles fósiles.

Esta estrategia a largo plazo no sólo refuerza la independencia energética de Europa, sino que también contribuye a los objetivos climáticos, como la neutralidad del carbono para 2050. La interrupción del tránsito de gas ruso a través de Ucrania es un reto que la Unión Europea parece dispuesta a afrontar. Con una planificación específica, infraestructuras resistentes y una red de rutas alternativas, Europa está demostrando ser capaz de adaptarse rápidamente a las nuevas realidades geopolíticas. Sin embargo, la necesidad de seguir diversificando las fuentes e invirtiendo en energías renovables sigue siendo crucial para garantizar una seguridad energética duradera.

 

Alessandro Fiorentino