Distinguidos invitados se reunieron el viernes 24 de noviembre en la prestigiosa Sala Koch del Senado de la República con motivo de la presentación del Informe Anual del Tribunal de Cuentas Europeo sobre el ejercicio 2022.
Un acontecimiento muy deseado por el diputado de la Cámara Baja italiana y Secretario General de los ECR, Antonio Giordano. Abrió la jornada presentando a los invitados del panel y resumiendo las funciones del Tribunal de Cuentas Europeo. Hon. Giordano ha insistido repetidamente en el principio de subsidiariedad, definido como aquel límite por debajo del cual conviene que el Estado nacional mande para impedir que la Unión Europea legisle incluso sobre las realidades más pequeñas.
La conferencia continuó con la intervención del Ministro de Asuntos Parlamentarios, Luca Ciriani, quien subrayó la necesidad de colaboración entre el Tribunal de Cuentas y las administraciones para proteger la hacienda pública y la legalidad.
Para situar a la audiencia en una dimensión europea, intervino Pietro Russo, miembro italiano del Tribunal de Cuentas Europeo. En su intervención técnica destacó lo complicado que es para cada Estado poder obtener fondos y también lo difícil que es conseguir gastarlos. Inmediatamente después intervino la eurodiputada Caterina Chinnici, miembro del PPE y actual vicepresidenta de la Comisión de Control Presupuestario. Se centró en particular en la importancia vital de los fondos de la RRNP para mejorar y apoyar todo el territorio. Esto es bastante delicado, ya que la burocracia corre el riesgo de ralentizar el proceso de financiación. Al mismo tiempo, Chinnici ha reivindicado la buena actuación italiana y el hecho de que la colaboración de este país con las autoridades europeas esté haciendo posible la consecución de una serie de objetivos. Además, justo en estos días la Comisión Europea ha aceptado la petición de enmiendas del gobierno de Meloni. A diferencia de lo que afirmaba cierto periodismo de izquierdas, sí, es posible cambiar el RRNP. Obviamente con un plan preciso y cambios concretos para el país. Es decir, lo que han hecho la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, y el Ministro Raffaele Fitto.
La intervención del Secretario General del Tribunal de Cuentas italiano, Franco Massi, también fue esclarecedora. Entre los diversos temas tratados por este último, el aspecto clave fue la puntualidad. Si el gobierno no actúa con prontitud, incluso la inversión pública puede volverse inútil en mucho menos tiempo del que se imagina. de la RRNP, Alberto Manfredi Selvaggi, quien explicó cómo ha cambiado el mundo desde que se asignaron los fondos a la UE de Nueva Generación. Explicó cómo los conflictos y las guerras dificultan y complican la acción de la Unión Europea. Al mismo tiempo, sin embargo, el principio sigue siendo el mismo: el dinero proporcionado no debe gastarse, sino utilizarse para alcanzar objetivos. Un hecho aparentemente obvio pero que esconde una verdad que debe guiar la acción del gobierno: no despilfarrar el dinero de ninguna manera, está en juego el futuro de la nación.
Posteriormente se sucedieron una serie de intervenciones más políticas y menos técnicas. Intervinieron el Presidente de la Comisión de Finanzas, Marco Osnato, y la Subsecretaria del Ministerio de Economía y Finanzas, Lucia Albano. También participó en esta segunda sesión el profesor Luciano Monti, del Observatorio Político de Luiss. También aquí se ha hablado de objetivos a alcanzar, fondos a gastar de la mejor manera posible y puntualidad.
La conferencia fue clausurada y resumida por el Director del Observatorio Político de LUISS, Dr. Domenico Lombardi, quien explicó el objetivo de la jornada: «Crear una plataforma de diálogo entre funcionarios del Gobierno, miembros destacados del Parlamento y miembros de las principales estructuras de auditoría». Lo sorprendente es la gran convergencia entre todos los que han intervenido. Por ejemplo, el hecho de que las irregularidades representen costes que siguen repercutiendo en la sociedad. «Otra partida de costes, hablando como economista, ha sido subrayada por el Presidente Osnato y los dirigentes del Tribunal de Cuentas, y se llama comportamiento defensivo en la administración pública», ha dicho el Director Lombardi. Obviamente, este comportamiento se traduce en una falta de puntualidad. Para ello es necesario que el trabajo de las estructuras de auditoría y la administración pública se rija por un principio de «cooperación leal». Esto también fomentaría una forma de aprendizaje para que los que saben menos sobre el tema pero ocupan cargos públicos no cometan errores involuntarios.