El miércoles21 de febrero estaban previstas movilizaciones de más de 500 tractores a primera hora de la mañana. El principal objetivo de esta protesta vivida en la capital española, durante toda la jornada, fue que los agricultores mostraran el malestar ante la crisis del sector y las políticas agrarias establecidas y aprobadas por de la Unión Europea, el Gobierno español y las Comunidades Autónomas. Asegurando que la situación no es sostenible a largo plazo.
Los agricultores afirman que su situación es calamitosa y exigen una actuación urgente y coordinada de las administraciones al respecto. Algunas de las razones que han provocado estas protestas es la falta de precios justos pagados por sus productos. Los agricultores creen que las cifras obtenidas por sus productos son mínimas y que las personas que trabajan en el campo merecen una compensación justa. Otro motivo de las huelgas fue el aumento de los costes de producción, la excesiva burocracia y la cantidad de legislación a la que se enfrentaban los agricultores, y las rígidas condiciones de la normativa agrícola. La última razón que han destacado los manifestantes son los recortes en las ayudas del Gobierno y los obstáculos y barreras al comercio.
Esta semana es la tercera consecutiva de protestas vividas en España, a través de las cuales los agricultores siguen mostrando su descontento y malestar ante la crisis del sector y la falta de rentabilidad, exigiendo mejoras. En cuanto a la protesta vivida ayer, hasta 13.000 personas se concentraron en Madrid para protestar en la huelga convocada por la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, única organización agraria que no acudió a la reunión, el pasado jueves, con Luis Planas, ministro español de Agricultura. El destino final de estas movilizaciones fue la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en Madrid.
Los manifestantes marcharon bajo el lema «Nos sobran las razones». La reunión comenzó a primera hora de la mañana, cuando se movilizaron 1.500 tractores con la intención de llegar a la capital. Siguieron una ruta organizada y, tras salir de la Puerta de Alcalá, los manifestantes comenzaron a llegar al Ministerio de Agricultura en torno a las 15:00 horas. Según informó la Organización, de los 1.500 tractores, sólo 500 llegaron a destino, y 70 fueron los que pudieron acceder a las puertas del Ministerio, ocupando la zona hasta las 17:00 horas. Además de esta huelga, otras han sido organizadas por organizaciones agrarias oficiales como ASAJA, COAG y UPA.
Estas protestas podrían tener un impacto mayor de lo pensado en la economía española. Como ha advertido Javier Santacruz, economista e investigador de la Fundación Instituto Español de Analistas, «la crisis del campo va a provocar un aumento del precio de los alimentos, tanto de los de producción nacional como de los importados», ya que «las limitaciones al comercio planteadas por los agricultores, que exigen a la Unión Europea que exija las mismas normas fitosanitarias, laborales o medioambientales a los productos importados, incrementarán los precios de las importaciones y, en consecuencia, los precios de los productos nacionales».
Otra razón para que los precios suban, es el hecho de que las organizaciones profesionales agrarias están exigiendo un endurecimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, en particular, de las disposiciones que prohíben las ventas a pérdidas, ya que, según explicó Santacruz, «esto tiene una consecuencia directamente inflacionista, ya que el aumento de los costes en origen se traduce en una subida de los precios finales, provocando una espiral.» Esta es la razón por la que esta reivindicación, que pretende garantizar precios justos por parte de los productores, no favorece al bolsillo del cliente, que acabará teniendo que pagar más por la cesta de la compra como consecuencia directa.