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¿Seguirá siendo Trump contra Biden?

Política - enero 31, 2024

Hacia las elecciones estadounidenses de 2024

Se calientan motores de cara a las próximas elecciones estadounidenses para competir por el codiciado papel de Presidente de Estados Unidos. Uno de los enfrentamientos electorales más polarizados a nivel mundial, dado que tradicionalmente uno se encuentra eligiendo entre el candidato de los demócratas y el de los republicanos, con resultados residuales para los demás partidos estadounidenses, como los libertarios y los verdes.

Las elecciones de 2020 se cerraron con la disputada victoria -en el bando trumpiano- del demócrata Joe Biden, que se impuso al presidente saliente, el demócrata Donald Trump, con un 51,31%, logrando 306 votantes de 26 estados. Fueron decisivas las victorias en los llamados «swing states», es decir, los estados donde ganaron los republicanos en 2016 y los demócratas en 2020.

Sin embargo, en muchos casos las victorias fueron mínimas: en Arizona Biden ganó con sólo 10.000 votos (0,3%), en Georgia con 12.000 (0,3%), en Wisconsin con 20.000 (0,6%). Los 37 Grandes Electores de estos tres Estados, de haber sido reconfirmados por Trump, habrían dado lugar a un empate sustancial, demostrando en cualquier caso cómo Estados Unidos está profundamente dividido, como se pudo ver claramente en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.

Hay muchas preocupaciones sobre las próximas elecciones en ambos partidos. Empezando por los demócratas, el candidato natural es obviamente el presidente saliente Joe Biden, que sin embargo adolece de dos graves elementos negativos: por un lado su falta de popularidad (en estos momentos los sondeos dan ventaja a los republicanos en el voto popular a escala nacional) en casi todos los casos) y, por otro, su avanzada edad, ya que iniciará su segundo mandato a los 82 años.

Los otros candidatos en las primarias demócratas son Dean Phillips (diputado de Minnesota) y Marianne Williamson, escritora comprometida socialmente. Nombres que no son grandes nombres y que no preocuparán en absoluto a Biden, que en cambio tendrá que vérselas con Robert F. Kennedy Jr., un abogado septuagenario de la conocida familia Kennedy que se ha retirado de la carrera por la nominación demócrata pero que teme la posibilidad de presentarse como independiente. En este caso, es probable que muchos votos procedentes de la Costa Este, donde los Kennedy están históricamente arraigados, puedan debilitar a Biden y, en consecuencia, a los demócratas.

La situación entre las filas republicanas no es muy diferente aunque Donald Trump haya salido victorioso recientemente en todas las encuestas y haya recibido también el apoyo de Vivek Ramaswamy, un empresario que se retiró de la carrera tras los decepcionantes resultados en Iowa, y de Ron DeSantis, gobernador de Florida que parecía el más formidable de los oponentes. Pero las desavenencias entre el ex presidente y el Partido Republicano son bastante evidentes: Trump no fue invitado a ningún debate de primarias, se le considera casi un outsider, y sobre todo algunos estados le consideran inelegible, se le acusa tanto por su papel en el asalto al Capitolio, por posesión de documentos confidenciales y clasificados como por falsificación de documentos corporativos.

Hasta la fecha, por tanto, el alma ulterior del Partido Republicano está representada en las primarias por Nikki Haley, ex embajadora estadounidense ante la ONU y gobernadora de Carolina del Sur y exponente de los neoconservadores, conocidos por una mayor propensión al liberalismo económico y un papel más activo de Estados Unidos en el escenario internacional.

Sin embargo, en todas las encuestas, y hasta ahora también en las de las primarias, se da por ganador a Trump. De hecho, el resultado fue claro tanto en Iowa como en New Hampshire, donde Trump ganó con más del 51% de los votos. Sin embargo, el hecho es que el aparato interno del partido sigue sin promover de forma convincente su candidatura, y una posible condena no podría permitir el éxito electoral frente a Biden.

En las encuestas, Biden es visto como un perdedor tanto si su contrincante es Trump como si se enfrenta a él Nikki Haley. Habría tenido esperanza con Ron DeSantis. Ninguna posibilidad, sin embargo, para Kamala Harris de quedar a más de 7 puntos de Trump. Estas encuestas, sin embargo, siempre se refieren al voto popular, que es un índice importante pero no el único elemento a tener en cuenta.

En los estados individuales, Arizona, Georgia, Pensilvania y Wisconsin se consideran «demasiado reñidos», es decir, con una diferencia inferior al margen de error por el que se disputará allí la presidencia, dado que se trata de un paquete de 56 electores. Otros estados indecisos son Michigan, Nevada (ganado por Biden) y Carolina del Norte (ganado por Trump) y, aunque los demócratas tienen una ligera ventaja en la proyección de votantes, los republicanos aparecen por delante en varios estados.

La campaña electoral será sin duda decisiva y a día de hoy las posibilidades de una «revancha» en el enfrentamiento entre Biden y Trump son muy altas. No habrá certeza hasta que se hayan celebrado las convenciones de los dos partidos: en Milwaukee (Wisconsin) para los republicanos, del 15 al 18 de julio; en Chicago (Ill.) para los demócratas, del 19 al 22 de agosto.