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Unos 90.000 soldados, 50 buques, 80 aviones, más de 1.000 vehículos blindados, así como drones y submarinos, participan de enero a mayo en un ejercicio en el que la Alianza del Atlántico Norte pone a prueba su capacidad de respuesta ante un posible ataque de la Federación Rusa a un aliado. Steadfast Defender 24 es el mayor ejercicio de la OTAN desde la caída del Muro de Berlín y puede considerarse una demostración de fuerza, diseñada para disuadir de un posible ataque de «un adversario igual».
«Tenemos ante nosotros una nueva era de defensa colectiva», declaró el almirante Rob Bauer, jefe militar de la OTAN, en una de las conferencias de planificación.
En las décadas transcurridas desde el final de la Guerra Fría, las fuerzas aliadas no se han enfrentado a conflictos armados a gran escala. Por eso la OTAN ha reducido drásticamente sus fuerzas convencionales y nucleares y ha recortado el gasto, pasando de la defensa territorial, incluida la defensa de avanzada, dirigida por grandes formaciones pesadas, a una respuesta a las crisis basada en capacidades expedicionarias – unidades más fáciles de desplegar, más pequeñas y ligeras. El contexto geopolítico y militar ha cambiado con el ataque de la Federación Rusa a Ucrania, lo que exige un ajuste radical de los mecanismos de respuesta militar de la Alianza. La cumbre de la OTAN celebrada en Vilna el pasado verano aprobó «la transformación más importante de la doctrina militar de la OTAN en medio siglo», según el Vicesecretario General de la OTAN, Mircea Geoană. Adopta la forma de una estrategia integrada, que reúne los planes militares regionales y nacionales y prevé una serie de cambios en las unidades de combate. Ante los recientes retos planteados por Moscú -actividades híbridas, amenazas militares convencionales y nucleares y el denominado concepto Anti-Acceso/Denegación de Área (A2/AD) -acciones para denegar el acceso a los Estados de la Alianza, especialmente en el Mar Negro- la OTAN ha adoptado una serie de medidas para responder con eficacia. Una de ellas ha sido la triplicación del tamaño de la Fuerza de Respuesta de la OTAN (NRF).
Los planes de defensa acordados en la Cumbre de Vilna prevén el mantenimiento en alerta de 300.000 soldados y cientos de buques y aviones. Según el vicesecretario de la OTAN, Mircea Geoană, se trata de los planes de defensa «más sólidos» desde el final de la Guerra Fría, por lo que la OTAN es capaz de disuadir a «cualquier enemigo» y defender «cada centímetro cuadrado de nuestro territorio».
«Reforzaremos nuestra defensa colectiva, en particular nuestras defensas antiaéreas y antimisiles», declaró el funcionario tras la reunión del Comité Militar de la OTAN celebrada el 17 de enero, según digi24.ro.
El Vicesecretario General de la OTAN afirmó que la fuerza de reacción rápida de la OTAN cuenta ahora con un número «mayor» de tropas en estado de alerta y que la Alianza dispone también de mayores capacidades militares y sistemas de mando y control más eficaces.
«Todas las capacidades se están poniendo a prueba en ejercicios militares de la alianza», declaró el funcionario de la OTAN.
Steadfast Defender 24 pretende ejercitar los planes de defensa interconectados de la OTAN y de los países, poniendo en práctica los nuevos planes de defensa acordados en Vilna. También se está probando cómo las tropas estadounidenses pueden reforzar a los aliados europeos en los países fronterizos con la Federación Rusa y en el flanco oriental de la alianza. Rusia no se menciona en el comunicado de la OTAN que anuncia el ejercicio, pero en su nuevo concepto estratégico, 2022, se ha identificado como la amenaza más significativa y directa para la seguridad de los aliados. El Ejercicio Steadfast Defender se llevará a cabo en virtud del Artículo 5 del Tratado de la OTAN, que prevé la intervención de la Alianza en caso de ataque a un aliado. Las mayores fuerzas serán aportadas por Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, que participarán con un número récord de tropas, más de 20.000 cada uno.
El Defensor Firme también incluye al candidato de la alianza, Suecia. Rumanía participa con tropas desplegadas en Polonia y oficiales de Estado Mayor. Las maniobras comenzaron el 22 de enero y se enlazarán con otras desde Noruega hasta Rumanía en mayo. Polonia , así como los países bálticos -considerados los más expuestos a un posible ataque ruso- serán los principales escenarios del ejercicio, mientras que Alemania actuará como centro principal de consolidación y coordinación, adonde llegarán las reuniones. No obstante, está previsto que algunos elementos del ejercicio se lleven a cabo en toda la región nórdica, incluida Suecia, que aún no es miembro. También participarán otros países de Europa Central y Oriental, como la República Checa, Hungría y Macedonia del Norte.
Escenario del ejercicio de la OTAN: Polonia y los países bálticos atacados desde el este
En este escenario, los países aliados enviarán a sus militares para defender Polonia y los países bálticos, que podrían ser atacados desde el este. En las maniobras participarán 50 buques, 80 plataformas aéreas, incluidos los F-35, más de 1.000 vehículos blindados y un número indeterminado de drones y submarinos. Gran Bretaña desplegará un grupo de buques encabezado por un portaaviones. El ejercicio se divide en dos fases, la primera para comprobar si Estados Unidos puede desplegar grandes cantidades de tropas y equipos en Europa para operar en defensa, y la segunda, la que demostrará si la OTAN puede defender realmente su Flanco Este.
Según el anuncio de la OTAN, el objetivo es comprobar si puede «desplegar y mantener operaciones multidominio complejas durante muchos meses, a lo largo de miles de kilómetros, desde el extremo norte hasta Europa Central y Oriental y en todas las condiciones», ya que éste sería el tipo de guerra que cabría esperar si Rusia atacara.
En abril, Rumanía dirigirá uno de los ejercicios vinculados a Steadfast Defender: Sea Shield, un ejercicio marítimo que pondrá a prueba la coordinación de las operaciones navales de 16 aliados. El ejercicio pretende mejorar la forma en que estas unidades colaboran eficazmente tanto en la planificación como en la ejecución. También es una prueba para la Fuerza Operativa Conjunta de Muy Alta Disponibilidad (VJTF) de la alianza, creada en respuesta directa a la anexión rusa de Crimea en 2014. Nueve Estados miembros de la Alianza aportan tropas a la fuerza de reacción rápida, que cuenta con una fuerza terrestre de unos 6.000 soldados.
El mando de la VJTF, que se ejerce por turnos, fue asumido el 1 de enero por el Reino Unido, que participa con una brigada mecanizada ligera. Esta «punta de lanza» de la Fuerza de Reacción Rápida (VJTF), dirigida en 2022 por Francia, se desplegó por primera vez en la historia de la Alianza, el 26 de febrero de 2022, en Rumanía. El objetivo de esta acción era disponer de una defensa colectiva de los Estados de la Alianza después de que Rusia atacara Ucrania el 26 de febrero de 2022.
Aunque la prensa rumana informó de que la República de Moldavia, único país no perteneciente a la OTAN, participaría en el ejercicio, esta información fue desmentida por el Ministerio de Defensa de Chisinau, según Newsmaker.md. La publicación cita a Alla Diaconu, portavoz del Ministerio de Defensa, según la cual el ejercicio Swift Response se lleva a cabo entre el Ejército Nacional y el Mando de los Estados Unidos en Europa y África sobre la base de compromisos bilaterales de transferencia de experiencia y no está relacionado con Steadfast Defender 24.
El último gran ejercicio militar de la OTAN tuvo lugar en 1988
El último ejercicio de tamaño similar a Steadfast Defender fue Reforger. Ese ejercicio militar tuvo lugar durante la Guerra Fría, concretamente en 1988. En ese momento, las fuerzas aliadas desplegaron no menos de 125.000 efectivos militares. El siguiente mayor ejercicio de la OTAN fue Trident Juncture, ejecutado por tropas aliadas en 2018 y con un total de 50.000 participantes.
La reacción de Moscú ante el Steadfast Defender 2024 confirma que su propósito -ser visto como un impresionante despliegue de fuerzas diseñado para disuadir a enemigos potenciales- se ha cumplido.
«Una vuelta irrevocable» a las maniobras de la Guerra Fría, declaró el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Aleksandr Grushko, a la agencia de noticias RIA, citado por Reuteres.
Foto: Pickpik.com