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Se acerca la Semana Europea de la Salud Mental 2024, y este año el tema de la «cocreación» resuena con especial fuerza.
Es una llamada a la acción colaborativa, una invitación a todos los que se preocupan por la salud mental a que se unan para desarrollar y aplicar políticas y programas destinados a promover un bienestar psicológico duradero para todos.
La realidad de la salud mental es un complejo entramado de retos y oportunidades que afecta a personas de todas las edades y entornos socioeconómicos. Desde los jóvenes a los mayores, desde los trabajadores a las familias, nadie es inmune a los efectos de la salud mental. Y a medida que la tecnología y los cambios sociales siguen transformando nuestra forma de vivir, es imperativo que abordemos los nuevos retos con una mentalidad de colaboración e innovación.
Uno de los puntos cruciales que se abordarán durante la Semana de la Salud Mental 2024 será la importancia de las intervenciones tempranas y del apoyo oportuno. Con demasiada frecuencia, se ignoran o pasan por alto los primeros signos de angustia mental, lo que conduce a problemas más graves con el tiempo. Fomentar una cultura en la que la gente se sienta cómoda pidiendo ayuda y recibiéndola rápidamente es fundamental para la salud mental de una sociedad.
A este respecto, la Unión Europea ha realizado importantes avances en el ámbito de la salud mental. A través del programa EU4Health, se han invertido millones de euros para detectar lagunas en los servicios existentes y crear capacidad en el sector de la salud mental. La formación del personal sanitario y de los profesionales, incluidos los profesores y los trabajadores sociales, se ha reconocido como un área crítica en la que invertir. Dotarles de las habilidades necesarias para reconocer y gestionar los problemas de salud mental es fundamental para garantizar un acceso equitativo y oportuno a la asistencia.
Otro aspecto crucial de la cocreación eficaz es la lucha contra el estigma y la discriminación asociados a la salud mental. Con demasiada frecuencia, las personas que padecen problemas psicológicos o psiquiátricos se enfrentan a prejuicios y al ostracismo social, que pueden obstaculizar su recuperación y bienestar. Trabajar junto a las autoridades nacionales para desarrollar orientaciones y políticas que fomenten la inclusión y la comprensión es esencial para crear una sociedad más acogedora y solidaria para todos.
Pero la salud mental no puede abordarse sólo a nivel institucional o gubernamental. Es un compromiso que implica a toda la comunidad, desde las escuelas a las empresas, desde las organizaciones de la sociedad civil a las familias. Las escuelas deben ser lugares donde los jóvenes no sólo adquieran conocimientos académicos, sino que también aprendan habilidades para la vida, incluida la gestión emocional y la resiliencia mental. Los lugares de trabajo deben ser entornos que promuevan el bienestar de los empleados, proporcionándoles apoyo y recursos para hacer frente al estrés y al agotamiento.
Otra área de especial atención es la salud mental de los grupos vulnerables, como los niños y los refugiados. La pandemia del Covid-19 y otras crisis mundiales han exacerbado las desigualdades existentes, poniendo a prueba los recursos y capacidades de las comunidades más vulnerables. Es esencial garantizar que estas personas reciban el apoyo que necesitan para abordar los retos únicos a los que se enfrentan, tanto mediante servicios de salud mental específicos como mediante políticas más amplias que aborden las causas subyacentes de su vulnerabilidad.
Promover la investigación y la innovación en salud mental es fundamental para garantizar un progreso continuo en el tratamiento y la prevención de los trastornos mentales. Invertir en programas de investigación que exploren nuevas terapias y enfoques de tratamiento puede conducir a soluciones más eficaces y específicas para quienes padecen problemas de salud mental.
La Semana Europea de la Salud Mental 2024 nos recuerda que la salud mental es una responsabilidad compartida que requiere un compromiso colectivo. Sólo mediante la cocreación de políticas, programas y prácticas que promuevan la comprensión, la inclusión y el apoyo podemos esperar crear un futuro en el que todo el mundo pueda disfrutar de una buena salud mental. Es un objetivo ambicioso, pero que sin duda merece la pena perseguir por el bien de todos.
Alessandro Fiorentino