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La diferencia de PIB entre la UE y EE.UU. es ahora del 80%. Los europeos no están contentos

Comercio y Economía - septiembre 9, 2023

Durante mucho tiempo, Europa ha sido uno de los continentes más prósperos del mundo. Comparándose con los pueblos de África o Sudamérica, los europeos mantenían la creencia de ser los privilegiados del siglo actual y de los anteriores. Pero un estudio realizado por el Centro Europeo de Economía Política Internacional, un grupo de reflexión con sede en Bruselas, viene a demostrar que cuando cambia el término de comparación, también lo hacen las percepciones.

Y aunque la Unión Europea mantuvo un liderazgo económico por delante de muchos otros actores, la comparación del PIB con el de Estados Unidos de América dejó a muchos sorprendidos.

En 2008, la zona euro y Estados Unidos tenían productos interiores brutos (PIB) similares, de 14,2 y 14,8 billones de dólares respectivamente. Quince años después, el PIB de la eurozona ha superado los 15 billones de dólares, mientras que el de Estados Unidos se ha disparado hasta la impresionante cifra de 26,9 billones. En consecuencia, la brecha del PIB se ha ampliado hasta un considerable 80%.

Los expertos lo atribuyen a la forma en que la UE casi paralizó sus economías ante la pandemia de Covid-19, mientras que Estados Unidos (bajo la administración del presidente Trump en ese momento) optó por un enfoque más centrado en la economía. Además, los resultados también se deben a las dificultades financieras que atraviesa actualmente Alemania, que solía ser la potencia de la Unión en estos asuntos.

Pero Alemania se ha visto muy afectada por las reducciones en el suministro de gas ruso y se ha enfrentado a retos debido a la postura más estricta de China sobre sus exportaciones de automóviles y máquinas herramienta. En cambio, Estados Unidos parece relativamente indiferente a estas cuestiones, ya que se beneficia de una abundancia de recursos energéticos como primer productor mundial de crudo, con un 20% de la producción mundial, superando el 12% de Arabia Saudí y el 11% de Rusia.

Además, los analistas que comentan la información atribuyen la culpa a un menor consumo de bienes por parte de los europeos y al envejecimiento de la población.

La información creó un gran debate en el foro más popular del mundo, Reddit, entre europeos y estadounidenses, que discutieron otras posibles causas. La mayoría de los europeos que comentaron la cuestión se mostraron bastante molestos por esta situación, ya que demuestra que las cosas no van por buen camino.

Un usuario de la República Checa escribió en el debate público, que reunió casi dos mil comentarios:

Muchos europeos se engañan pensando que podemos mantener el mismo estilo de vida sin hacer absolutamente nada. Por desgracia, el mundo no funciona así. Los europeos son reacios a asumir riesgos, a probar cosas nuevas. Si hay alguna innovación, la vendemos inmediatamente en lugar de cultivarla. Hay países en los que las tarjetas de crédito todavía no son la norma, porque la gente piensa que el gobierno les espiará. Este tipo de miedo a la tecnología será la muerte de Europa.

añadió un comentarista rumano:

Esto es preocupante, ya que el futuro próximo no pinta un panorama de crecimiento económico, sino de numerosos problemas, desde la crisis energética, el cambio climático hasta oleadas de emigrantes económicos ilegales. Sin embargo, resolver estos problemas conducirá sin duda a una economía mucho más robusta y a una unión más cohesionada.

Desde los Países Bajos, otro usuario opinaba:

Con la carga de tener que atender a un número cada vez mayor de personas mayores con menos ciudadanos jóvenes, las cosas no harán más que descender en espiral y hacerse progresivamente más difíciles para todos. La sanidad no podrá hacer frente a todos los ancianos que enfermen. Les esperan listas de espera más largas, una atención inadecuada y probablemente una menor esperanza de vida. Los jóvenes más inteligentes se retirarán, provocando una fuga de cerebros. Los que se queden experimentarán una mayor carga de trabajo y, probablemente, una menor calidad de vida.

¿Podrá el viejo continente ponerse al día con la economía del nuevo? Eso depende de muchos factores, pero en muchos sentidos (sobre todo después de los acontecimientos de los últimos años), la probabilidad parece cada vez menor a menos que se hagan cambios ambiciosos no sólo en la forma en que los europeos hacemos política, sino también en la mentalidad que ha llevado al estancamiento económico y las consecuencias que podría presentar.