El21 de agosto de 2023 se celebró en Atenas una reunión informal entre dirigentes de la UE y de los Balcanes.
El acto, deseado y organizado por iniciativa del Primer Ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, se produjo significativamente después de que se cumplieran 20 años de la cumbre de Salónica, en la que se reconoció formalmente por primera vez la trayectoria dentro de la UE de los países balcánicos.
El contexto histórico en el que los Balcanes han vivido durante mucho tiempo y la situación actual en la que se encuentran han llevado a los Balcanes a ser uno de los actores clave de ese proceso de ampliación de la UE.
En la reunión de Atenas, el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aprovechó la ocasión para reiterar uno de los temas centrales para la Unión Europea, el de su ampliación y también su fortalecimiento.
El proceso de ampliación de la UE lleva muchos años en marcha, y ahora es más actual que nunca. Este proceso ha dado hasta ahora muchos resultados, hasta el punto de que de los famosos seis países fundadores hemos llegado a los actuales 27 países miembros, y muchos más han obtenido el estatuto de candidato a la UE o están en vías de obtenerlo.
El proceso de ampliación es un proceso necesario para la propia UE, que necesita reorganizarse y renovarse en muchos aspectos. Además, también hay que tener en cuenta que la puesta en marcha de este proceso requiere la actuación de ambas partes, es decir, tanto por parte de la Unión Europea como de los países candidatos. De hecho, es necesario tanto que la UE se prepare para acoger a los nuevos Estados como que los países candidatos se reformen para llegar a cumplir los requisitos de la institución comunitaria.
Entre los países que se han interesado por este proceso de ampliación europea figuran Bulgaria, Croacia, Rumanía y Eslovenia.
Todos estos países son candidatos a la UE porque esta institución pretende crecer cada vez más en el mundo, con el objetivo concreto de promover la paz, la seguridad y la prosperidad.
A estos solicitantes se añade el peculiar caso de Ucrania. De hecho, el país ucraniano, sólo cuatro días después de la violenta agresión rusa, solicitó el ingreso en la Unión Europea, pidiendo así al mismo tiempo su apoyo no sólo militar o económico, sino de todo tipo. El caso ucraniano también parece peculiar porque ha impulsado a otras naciones a seguir el mismo camino, concretamente Moldavia y Georgia, estos dos países también fuertemente presionados por Rusia.
En el caso de Ucrania, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dio luz verde aproximadamente un mes después, el 8 de abril, al igual que el Comisario de Política de Vecindad y Ampliación, Olivér Várhelyi.
También para los otros dos países, la luz verde de la Comisión Europea llegó poco después. En particular, Ucrania y Moldavia recibieron inmediatamente el estatus de candidatos, mientras que, por el contrario, se plantearon algunas dudas sobre Georgia, país que tendrá que trabajar en una serie de prioridades y aplicar algunas reformas importantes en el interior del país.
El 23 de junio de 2023, el Consejo Europeo también analizó la situación de los tres países. El resultado fue el mismo que el esbozado por la Comisión, por el que Kiev y Chișinău se convirtieron en la sexta y séptima candidatas a la adhesión a la UE, mientras que Tiflis fue reconocida con una perspectiva europea en el proceso de ampliación de la UE.
Ucrania ha solicitado iniciar las negociaciones de adhesión a finales de este año; asimismo, Georgia también ha solicitado iniciar los trámites para convertirse en país candidato antes de finales de 2023.
En cuanto a la ampliación, además de los casos mencionados hasta ahora, cabe mencionar a los seis países de los Balcanes Occidentales que han iniciado el largo camino hacia la adhesión a la UE. Cuatro de estos países -Albania, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia- ya han iniciado las negociaciones de adhesión, uno ha recibido el estatuto de candidato, Bosnia y Herzegovina, y otro, Kosovo, ha presentado formalmente su solicitud y espera la respuesta de los Veintisiete.
En cuanto a las negociaciones con Tirana y Skopje, se iniciaron en julio de 2022, tras muchos años de espera (en concreto, Albania lo consiguió tras ocho años, y Macedonia tras 17 años). Podgorica y Belgrado, por su parte, viven una situación de espera desde hace 9 y 11 años.
También hubo noticias en 2022 para Bosnia y Herzegovina, que tras seis años de espera el 15 de diciembre del año pasado se convirtió en país candidato a la UE.
Una posición más complicada, sin embargo, es la de Kosovo. Envió su solicitud formal a la Unión Europea el año pasado. Sin embargo, hay que recordar que Kosovo, desde su declaración unilateral de independencia de Belgrado en 2008, cinco Estados miembros de la UE no lo reconocen como Estado soberano (Chipre, Grecia, Rumanía, España y Eslovaquia), además de que las relaciones con Bruselas se han agriado tras las tensiones diplomáticas con Serbia a finales de mayo.
Otro actor importante en el proceso de ampliación es Turquía. Además, este país atraviesa una situación muy complicada, tanto en su vida interna como en sus relaciones internacionales con otros países, europeos y extracomunitarios.
La historia de las relaciones UE-Turquía tiene más de una década. De hecho, las negociaciones para la adhesión de Turquía a la Unión Europea se iniciaron ya en 2005. Sin embargo, las relaciones entre ambas partes están congeladas desde 2018, debido a cuestiones relacionadas con el estado de la democracia, el Estado de Derecho, los derechos fundamentales y la independencia del poder judicial en el seno de la sociedad turca. Una situación que desgraciadamente con el paso de los años no parece haber producido mejoras, sino más bien parece que la situación se ha radicalizado y no se han producido avances, con un relativo deterioro también del escenario geopolítico mundial.
En el último Paquete Anual de Ampliación, presentado en octubre de 2022, se dejó claro que mientras Turquía no dé marcha atrás y continúe alejándose de la Unión Europea y de sus posiciones respecto al Estado de Derecho, al tiempo que sigue intensificando las tensiones sobre el control de las fronteras en el Mediterráneo Oriental, no será posible ningún diálogo entre la Unión Europea y Ankara.
Además, en la última cumbre de la OTAN, celebrada en Vilna a finales de junio, el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, trató de forzar la mano, amenazando incluso con que sólo comprometería la pertenencia de Suecia a la Alianza Atlántica cuando Bruselas abriera de nuevo el camino de Turquía hacia la Unión Europea. Afortunadamente, este chantaje no tuvo consecuencias negativas, pero el dossier Turquía ha vuelto a ocupar un lugar central, y ahora dentro de los palacios europeos se habla de ello con más cuidado y seriedad.
En conclusión, por tanto, podemos decir que casi a finales de 2023 hay muchos países que están en vías de integrarse en la familia europea, o al menos esperan hacerlo tarde o temprano. El número de países que quieren formar parte de la Unión Europea indica cómo el ejemplo de la Europa política que se ha construido y ampliado a lo largo de todos estos años es un modelo para muchas naciones, que quieren formar parte de una institución mayor y más implicada, con raíces y valores y principios comunes. Esto significa, por tanto, que la Unión Europea ha dado grandes pasos para convertirse en una de las potencias mundiales a las que admirar, de la que sentirse orgulloso y a la que aspirar a pertenecer. El sentido del nacimiento de la Unión Europea es exactamente ése: ser Europa y ser europeos en el mundo, cada vez con más coherencia.