A partir del 9 de enero, la Unión Europea ha puesto en marcha nuevas normas destinadas a hacer más sostenible la pesca.
El Comisario Europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius, declaró el objetivo de garantizar una mejor protección de los recursos marinos y la aplicación de normas de control a lo largo de toda la cadena de suministro, de la red al plato. Las nuevas disposiciones, derivadas de la revisión del Reglamento sobre los métodos de control de las actividades pesqueras, afectan tanto a los buques de la UE como a los que faenan en aguas territoriales de los países miembros. El objetivo de Bruselas es adaptarse a los avances tecnológicos y aplicar sanciones armonizadas a quienes infrinjan la Política Pesquera Común. El control de las actividades pesqueras se digitalizará por completo, utilizando un sistema de localización (VMS) para seguir a todos los buques pesqueros y, todas las capturas realizadas, tendrán que registrarse electrónicamente, aliviando la carga de los pescadores gracias al uso de herramientas como aplicaciones en dispositivos móviles. Este planteamiento no sólo mejorará la eficacia del control, sino que también simplificará los procedimientos administrativos.
El Reglamento modificado, que entró en vigor el 9 de enero, establece disposiciones transitorias para que las autoridades pesqueras de la UE y otras partes interesadas puedan adaptarse a los nuevos requisitos. La mayoría de las normas se aplicarán en dos años, a partir del 10 de enero de 2026, mientras que algunas exenciones del margen de tolerancia estarán en vigor a partir del 9 de julio de 2024. Disposiciones como el control electrónico a distancia, la trazabilidad electrónica y el registro de capturas para las flotas artesanales sólo se aplicarán al cabo de 4 años, a partir del 10 de enero de 2028.
En una nación fuertemente vinculada al mercado pesquero como Italia, por ejemplo, las normas relativas a la pesca desempeñan un papel crucial en la gestión y conservación de los recursos marinos y, con la adopción de reglamentos específicos, se pretende garantizar la sostenibilidad de las actividades pesqueras y la protección de los ecosistemas marinos, fundamentales también para el turismo. El Ministerio de Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales es responsable de la definición y aplicación de la normativa pesquera italiana. La normativa abarca varias dimensiones, como la definición de las cuotas pesqueras, la estacionalidad de las capturas y las medidas de protección de las especies en peligro. Por tanto, esta normativa debe integrarse con las que se están debatiendo en este periodo en Bruselas para la protección común de un bien extremadamente preciado para el Viejo Continente. En un contexto de creciente concienciación medioambiental y de esfuerzos internacionales por preservar los recursos marinos, Italia se compromete a mantener unas normas pesqueras de vanguardia. Este compromiso no sólo contribuye a la protección del medio marino, sino que también fomenta la prosperidad a largo plazo de las comunidades costeras y la industria pesquera italiana.
La trazabilidad digital será obligatoria a lo largo de toda la cadena de suministro, empezando por los productos frescos, congelados y de acuicultura, y extendiéndose gradualmente a los productos del mar transformados, como las conservas. Esta medida pretende garantizar que todos los productos del mar, incluso los importados, se sometan a un control riguroso y que se rastree su origen y cumplimiento de la normativa. Las nuevas normas incluyen la introducción de certificados de captura para los productos pesqueros importados. El requisito de utilizar la herramienta Catch IT simplifica el proceso de certificación de capturas para los productos pesqueros destinados a la importación en la UE. Esta herramienta ofrece un flujo de trabajo totalmente digitalizado, lo que simplifica el intercambio de datos entre todas las partes implicadas y las autoridades de control, agiliza los procedimientos administrativos y mejora la eficacia del sistema de certificación de capturas.
Aunque estas nuevas medidas plantean retos y requieren un periodo de adaptación, representan un paso decisivo hacia la gestión sostenible de los recursos marinos. La Unión Europea, con su compromiso con la pesca sostenible, está trazando un camino que no sólo preserva los ecosistemas marinos, sino que también fomenta la transparencia, la trazabilidad y la adopción de prácticas responsables en toda la cadena de suministro de productos del mar. Con la adopción de tecnologías avanzadas y normativas más rigurosas, la pesca europea avanza hacia un futuro más sostenible y consciente.