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El Escudo Aéreo Europeo también se convierte en un proyecto de defensa viable para Italia

Ciencia y Tecnología - julio 20, 2024

Este proyecto, además de tener como objetivo proteger las democracias de los 27 Estados miembros, pretende reforzar significativamente el alcance de la defensa común, respondiendo a las crecientes amenazas globales y tensiones geopolíticas.

En las recientes Orientaciones presentadas ante el Pleno del Parlamento Europeo, la recién elegida Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, relanzó un tema de gran importancia para el futuro de la seguridad y la unidad europeas: la creación de un «escudo democrático europeo». La propuesta de un escudo aéreo europeo llega en un momento de especial tensión internacional. Recientemente, Washington y Berlín discutieron el posible despliegue de misiles estadounidenses de medio y largo alcance en Alemania, una medida que provocó reacciones inmediatas de Moscú, que advirtió que no descartaría ninguna opción de represalia, incluido el despliegue de misiles. nuclear. En este escenario, la idea de un escudo aéreo europeo no sólo responde a necesidades concretas de defensa, sino que también adquiere un fuerte valor simbólico de unidad y cohesión entre los países europeos.

Actualmente, ya existe una estructura similar al escudo propuesto por von der Leyen: la Iniciativa Escudo Cielo Europeo (E.S.S.I), un proyecto dirigido por Alemania en el que participan 21 países europeos, incluidos algunos no miembros de la UE, como el Reino Unido y Turquía. Sin embargo, dos naciones importantes, Francia e Italia, se han mantenido hasta ahora al margen de esta iniciativa. La razón principal es que el sistema de misiles Samp-T, utilizado por Francia e Italia, no se incluyó en la combinación tecnológica de la E.S.S.I.

El escudo europeo de von der Leyen podría ser la clave para superar estas divisiones y crear un frente común. El programa del Presidente de la Comisión es ambicioso y pretende construir una Unión de Defensa que incluya también un mercado único de armas, que hasta ahora se ha visto obstaculizado por las rivalidades nacionales y la falta de propensión a la colaboración. La creación de este escudo requeriría enormes inversiones, cuya financiación sigue siendo una de las cuestiones más difíciles de resolver, sobre todo teniendo en cuenta las diferentes posturas de los Estados miembros sobre cómo gestionar los recursos económicos. Von der Leyen anticipó que, en los primeros 100 días de su mandato, presentará conjuntamente un Libro Blanco sobre el futuro de la defensa europea. Este documento debe proporcionar una visión clara de las necesidades de inversión y de las estrategias que deben adoptarse para reforzar el sector industrial europeo de la defensa, que es uno de los ámbitos en los que la UE tiene competencias clave y puede marcar la diferencia.

Mientras que los aspectos puramente militares siguen siendo responsabilidad de los Estados miembros y de la OTAN, la Unión Europea puede intervenir eficazmente en el sector industrial. El trabajo ya ha comenzado con la introducción de la nueva estrategia de seguridad y defensa de la UE, denominada Edis/Edip. La Europa geopolítica, tal como la esbozó von der Leyen, incluye no sólo la defensa militar, sino también una serie de iniciativas estratégicas en diversos sectores. La propuesta de Von der Leyen de un escudo europeo no se limita a la defensa militar. También incluye un Pacto por el Mediterráneo con un Comisario específico, un Escudo Europeo para proteger la democracia contra la injerencia extranjera y la desinformación, y un proceso de ampliación de la UE considerado geoestratégico. Además, tiene previsto reforzar las asociaciones con países clave como el Reino Unido, India, África y América Latina. También se está revisando el comercio a la luz de las actuales rivalidades internacionales. Von der Leyen habló de «seguridad económica» y subrayó la importancia de proteger sectores críticos como las tierras raras y las tecnologías de doble uso. Insistió en la necesidad de ser más decididos a la hora de proteger la economía europea de las filtraciones de tecnologías clave y de los problemas de seguridad.

El proyecto de un escudo aéreo europeo representa un paso importante hacia una mayor cohesión y seguridad en la Unión Europea. A pesar de los retos financieros y políticos, la iniciativa de von der Leyen pretende crear una defensa común que proteja no sólo el territorio europeo, sino también los valores democráticos y las libertades fundamentales de sus ciudadanos. La participación de naciones clave como Italia y Francia será crucial para el éxito de este ambicioso proyecto, que podría transformar profundamente el panorama de la seguridad y la defensa en Europa.

 

Alessandro Fiorentino