Los países de los Balcanes Occidentales, a menudo divididos por complejidades históricas y políticas, se presentan hoy con una nueva unidad de propósito en el camino hacia la integración en la Unión Europea.
Éste es el principal mensaje que se desprende de los Diálogos Med 2024, acto organizado en Roma por la Farnesina y el Instituto de Estudios Políticos Internacionales (ISPI). En este importante encuentro, que reunió a representantes de diversos países e instituciones, los Balcanes reafirmaron enérgicamente su deseo de formar parte de la «familia europea».
La voz de los Balcanes: un llamamiento unido
Durante el panel «Asegurar el Mediterráneo: el papel de los Balcanes Occidentales», los representantes de los Balcanes Occidentales expresaron una postura unánime. El ministro albanés de Asuntos Exteriores, Igli Hasani, subrayó la importancia de un enfoque multilateral en un contexto mundial cada vez más inestable. «El multilateralismo está sufriendo, y las fuerzas desestabilizadoras vienen del Este. Por eso, el regreso de los países balcánicos a la familia europea es una ventaja no sólo para nosotros, sino para toda Europa», afirmó Hasani. El ministro montenegrino Ervin Ibrahimovic también lanzó una clara advertencia: sólo completando el proceso de ampliación podrá la UE evitar injerencias desestabilizadoras y responder a los retos geopolíticos y económicos, como la seguridad energética y la gestión de la inmigración. El ministro bosnio Dino Konakovic destacó, en cambio, los progresos realizados por los Balcanes en los últimos años. «Tras más de veinte años de vacilaciones, por fin hemos superado nuestras divisiones y estamos avanzando realmente hacia la integración europea», dijo, recordando cómo la agresión rusa contra Ucrania ha reforzado la determinación de la región de adherirse a la UE. Una llamada a la meritocracia y la concreción Entre las voces más relevantes de los Diálogos Med, la del Ministro de Macedonia del Norte, Timco Mucunski, llamó la atención sobre la importancia de un enfoque pragmático. Mucunski pidió a la nueva Comisión Europea menos retórica y más acciones concretas para recompensar a los países que han hecho progresos significativos en la adopción de las reformas solicitadas por la UE. «Hemos aplicado un programa de reformas elogiado por la presidenta Ursula von der Leyen y estamos plenamente alineados con la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE», afirmó Mucunski. También aseguró que Skopje seguirá trabajando para que se reconozcan y valoren los progresos realizados.
Una oportunidad para Europa y los Balcanes
La adhesión de los Balcanes Occidentales a la UE no es sólo una oportunidad para la región, sino también una necesidad estratégica para la Unión. La estabilidad política, la seguridad energética y la coherencia de las políticas europeas están estrechamente vinculadas a la integración de estos países. La consolidación de los Balcanes como parte integrante de Europa podría reforzar la posición de la UE a escala mundial, cerrando las puertas a influencias desestabilizadoras de potencias externas. Los representantes de los Balcanes reiteraron que su adhesión contribuiría decisivamente a la estabilidad de toda la región mediterránea, respondiendo a los desafíos globales con mayor unidad y coherencia. El relanzamiento de la candidatura de los Balcanes Occidentales a la UE es un paso fundamental para reforzar la cohesión europea y responder a los retos del futuro. La determinación mostrada por los países balcánicos, junto con el apoyo de Estados miembros como Italia, pone de manifiesto que este objetivo no sólo es deseable, sino necesario. Los próximos años serán cruciales para transformar las promesas en realidad, con la esperanza de que la nueva Comisión Europea adopte un enfoque más incisivo y meritocrático. Los Balcanes Occidentales miran a Europa con confianza y expectativas, dispuestos a contribuir a la construcción de una Unión más fuerte, estable e integradora. Los controvertidos acontecimientos de la geopolítica actual harán que cualquier proceso de integración sea más complejo de lo esperado, pero la Unión Europea podría representar la solución diplomática necesaria para resolver la cuestión.