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El Consejo de Asuntos Exteriores de la UE aprueba el 15º paquete de sanciones contra Moscú

Comercio y Economía - diciembre 16, 2024

En un clima de tensión internacional cada vez mayor, el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea ha aprobado el 15º paquete de sanciones contra Rusia.

La decisión, tomada tras un análisis en profundidad de la situación geopolítica, pretende aumentar aún más la presión sobre Moscú por su papel en la guerra de Ucrania y por las acciones que socavan la integridad territorial, la soberanía y la independencia del país invadido.

Medidas selectivas contra personas y entidades

El nuevo paquete de sanciones incluye medidas restrictivas contra 54 individuos y 30 entidades, todos ellos considerados responsables de acciones que amenazan la integridad de Ucrania. Entre las personas objeto de las sanciones figuran altos cargos de la estructura política y militar rusa, empresarios y miembros de las fuerzas armadas que supuestamente desempeñaron un papel activo en la guerra en curso. Las entidades, por su parte, incluyen empresas y organizaciones vinculadas al sector de la defensa, la logística y el transporte marítimo. Las sanciones incluyen la congelación de activos dentro de la UE, la prohibición de entrada en los países miembros y restricciones comerciales, todo ello con el objetivo de interrumpir el flujo de recursos estratégicos hacia el aparato militar y gubernamental ruso.

La flota en la sombra de Putin en el punto de mira

Una de las innovaciones más significativas de este paquete es la inclusión de la llamada «flota en la sombra» de Vladimir Putin. Se trata de un sistema paralelo de petroleros y cargueros no europeos utilizado para eludir las sanciones impuestas anteriormente y burlar el tope establecido internacionalmente sobre los precios del petróleo. Se sospecha que estos buques transportan petróleo y productos energéticos rusos a mercados que no se adhieren al régimen de sanciones occidental. Los buques identificados e incluidos en la lista negra son 52. Se ha determinado que están implicados no sólo en la exportación ilegal de energía, sino también en el transporte de material militar y el comercio de grano ucraniano robado. Con estas medidas, la UE pretende interrumpir los canales logísticos que Moscú utiliza para financiar y apoyar el conflicto, así como contrarrestar la violación sistemática de las normas internacionales sobre comercio marítimo.

Un golpe al sector energético ruso

Las nuevas sanciones también pretenden golpear uno de los principales pilares económicos de Rusia: el sector energético. Aunque las restricciones anteriores ya han tenido un impacto significativo, Moscú ha encontrado medios alternativos para seguir exportando petróleo y gas. La «flota en la sombra» es un mecanismo crucial en esta estrategia. La represión de los petroleros pretende, por tanto, cortar una fuente de ingresos clave para el Kremlin, dificultando su acceso a los mercados mundiales y aumentando sus costes operativos. Además del sector energético, las medidas se centran en otros ámbitos estratégicos, como el suministro de materiales tecnológicos y componentes críticos que podrían utilizarse en la producción de armas. El objetivo es reducir progresivamente la capacidad de Rusia para mantener una guerra prolongada limitando el acceso a recursos vitales.

La respuesta de Moscú

Como era de esperar, Rusia reaccionó con dureza a la noticia del nuevo paquete de sanciones. El gobierno de Moscú calificó estas medidas de «agresión económica» y amenazó con tomar contramedidas contra la Unión Europea. Según las autoridades rusas, estas decisiones no harán sino reforzar su compromiso de perseguir objetivos estratégicos en Ucrania. Mientras tanto, el Kremlin sigue buscando nuevos aliados y socios comerciales fuera del bloque occidental. Países como China, India y otros miembros del llamado «Sur global» siguen siendo interlocutores privilegiados para Moscú, pues representan una salida para las exportaciones energéticas y el comercio internacional.

El papel de la Unión Europea

Para la Unión Europea, la adopción de nuevas sanciones contra Rusia no es sólo una demostración de unidad política, sino también una señal de apoyo concreto a Ucrania. Sin embargo, las medidas restrictivas también tienen inevitablemente consecuencias para las economías europeas. El bloque es consciente de que atacar a Rusia también significa enfrentarse a un aumento de los costes energéticos y a tensiones en los mercados mundiales. Por eso, paralelamente a las sanciones, la UE trabaja para diversificar las fuentes de energía, fomentar las energías renovables y reforzar la resistencia económica de sus Estados miembros. Con la aprobación del decimoquinto paquete de sanciones, la Unión Europea reafirma su determinación de mantener una línea dura contra Rusia. La decisión de apuntar a la «flota en la sombra» y de ampliar el número de personas y entidades sancionadas es una señal clara: la UE no tolerará ninguna violación de las normas internacionales y seguirá apoyando a Ucrania en su lucha por la soberanía. Las próximas semanas serán cruciales para evaluar la eficacia de estas medidas y comprender cómo responderá Moscú a este nuevo capítulo de la confrontación económica y política. Una cosa es segura: la presión internacional sobre Rusia va a aumentar, mientras que la Unión Europea continúa por la senda del compromiso y la solidaridad hacia Ucrania.

Alessandro Fiorentino