
En los últimos años, Italia se ha confirmado como uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes a nivel mundial
Según el Informe Clusit 2025, nuestro país ha sufrido el 10,1% de los ciberataques mundiales, una cifra que, aunque disminuye ligeramente respecto a 2023, pone de manifiesto un aumento del 15,2% respecto al año anterior. El panorama de la ciberseguridad es cada vez más complejo, con ataques cada vez más sofisticados a los que pueden acceder incluso usuarios sin conocimientos avanzados. Uno de los elementos clave del aumento de los ataques es la difusión de los modelos «As-a-Service», es decir, plataformas y herramientas de hacking vendidas o alquiladas en la web oscura. Este fenómeno ha hecho que la ciberdelincuencia sea más accesible y peligrosa, permitiendo a cualquiera realizar ataques devastadores sin tener grandes conocimientos técnicos. La ciberdelincuencia es ahora responsable de casi el 90% de los incidentes, con un aumento del 40% de los ataques criminales en nuestro país con respecto a 2023. Al mismo tiempo, las acciones de hacktivismo también están creciendo, con un aumento global del 16% y un impacto especialmente fuerte en Italia: el 29% de los ataques de este tipo afectan a organizaciones italianas.
Los sectores más afectados en Italia y en el mundo
Los ciberdelincuentes atacan indiscriminadamente a distintos sectores, pero algunos son especialmente vulnerables. En Italia, el sector de Noticias y Multimedia sufrió el mayor número de ataques (18%), seguido del sector manufacturero y de objetivos múltiples (ambos con un 16%). El sector gubernamental también se vio muy afectado, con un 10% de ciberataques dirigidos a instituciones públicas y administraciones locales.
A nivel mundial, sin embargo, el aumento de las agresiones afectó principalmente a:
Sector gubernamental, militar y fuerzas armadas (+45%)
Sanidad (+19%)
Comercio mayorista y minorista (+92%)
Fabricación y logística (más del 25% de los ataques mundiales afectan a empresas italianas)
Estos datos confirman la creciente vulnerabilidad de los servicios esenciales y las infraestructuras críticas, lo que hace necesario reforzar las estrategias de defensa. Los ciberdelincuentes siguen perfeccionando sus estrategias de ataque, aprovechando las vulnerabilidades de los sistemas y las debilidades humanas. Entre las técnicas más extendidas encontramos:
Malware y ransomware: el malware sigue siendo la principal amenaza, responsable de más de un tercio de los ataques mundiales. El ransomware, en particular, aumentó un 11% respecto al año anterior.
Phishing e ingeniería social: con un aumento del 33%, las ciberestafas basadas en el engaño humano siguen siendo una estrategia ganadora para los delincuentes.
Ataques DDoS: A nivel mundial, estos ataques aumentaron un 36%, mientras que en Italia se produjo un descenso del mismo porcentaje, lo que sugiere una mejora de las defensas adoptadas.
Explotación de vulnerabilidades: el uso de vulnerabilidades conocidas y de día cero representó el 15% de los ataques, lo que pone de relieve la necesidad de actualizaciones constantes y estrategias avanzadas de prevención.
Europa registró un aumento del 67% de los ataques en 2024, y más de dos tercios de los incidentes cibernéticos mundiales se concentraron entre los continentes europeo y americano. Italia, en particular, mostró un porcentaje de ataques de alto impacto superior a la media mundial (53% frente a 50%).
Estos datos sugieren una mayor exposición de nuestro país a ataques menos sofisticados pero más frecuentes, lo que hace urgente reforzar las estrategias defensivas. La creciente atención de los ciberdelincuentes hacia Italia podría estar relacionada con la acelerada digitalización de muchas infraestructuras y la escasa concienciación sobre ciberseguridad en algunos sectores. El Informe Clusit 2025 lanza una importante advertencia: para 2027, los programas maliciosos estarán dotados de inteligencia artificial, lo que aumentará exponencialmente su capacidad para eludir los sistemas de seguridad y atacar de forma selectiva. Las armas cibernéticas se convertirán en herramientas cada vez más poderosas, capaces de paralizar países enteros y desestabilizar las economías mundiales.
Para contrarrestar estas amenazas, es esencial invertir en la formación de expertos en ciberseguridad, adoptar sistemas avanzados de protección y concienciar a empresas y ciudadanos sobre los riesgos del ciberespacio. Italia debe acelerar la adopción de políticas de seguridad más estrictas, promoviendo la colaboración entre los sectores público y privado para reforzar la resistencia del país frente a los ciberataques. Italia se enfrenta a un reto sin precedentes en la lucha contra la ciberdelincuencia. El aumento de los ciberataques y la creciente sofisticación de las amenazas exigen una actuación oportuna y coordinada para proteger las infraestructuras, las empresas y los ciudadanos. Sólo mediante un enfoque integrado, basado en la prevención, la innovación tecnológica y la colaboración internacional, será posible abordar con éxito el futuro de la ciberseguridad.