
En cambio, el Fianna Fáil y el Fine Gael obtuvieron 86 votos, muy cerca de la mayoría absoluta. Hay una clara sensación de que esto ha envalentonado a los dos partidos para desechar políticas que, si bien antes estaban favorecidas por los Verdes, fueron duramente criticadas por quienes pretendían asegurar un mayor grado de independencia energética que no dependiera exclusivamente de las renovables.
La renovada atención a las infraestructuras de GNL coincide también con iniciativas europeas más amplias encaminadas a diversificar las fuentes de energía tras la invasión de Ucrania por Rusia en 2022. Países como Alemania y Polonia han acelerado las inversiones en terminales de GNL para reducir la vulnerabilidad geopolítica, lo que sugiere que el cambio de política de Irlanda se alinea con un reposicionamiento estratégico más amplio de la UE en materia de seguridad energética.